
Hoy todas las banderas deberían estar a media asta, porque ningún adulto, ni pequeño o joven cubano puede comentar tranquilo esta fecha, cuando recuerda la masacre del 13 de julio de 1994, en el Remolcador 13 de Marzo, en donde 41 personas perdieron la vida, vilmente, a manos de servidores del régimen castrista, comandados y enviados por el “tiranosario” Fidel Castro, que con esa canallesca “fechoría”, quiso dar un ”escarmiento” a todos los descontentos, y vaya si lo dio. Hoy rememoramos la fecha, a dieciséis años de esta masacre, que marcó, junto a la del Río Canímar, lo inhumano de un régimen terrorista, que no valora realmente a los cubanos, y que con dichas acciones ha demostrado de lo que son capaces los castristas, ante un pueblo indefenso, condenado a permanecer inerme, ante sus andanadas y atropellos, como igualmente ocurre en el caso de las recientes excarcelaciones de presos políticos, inmersas dentro de un panorama de franca represión y depresión, dentro de un país que no soporta más humillación, ni menosprecio de su movimiento opositor, diezmado de esta manera, para que los hermanos Castro logren nuevamente un desahogo de la crisis política, que ellos mismos han generado, y de la que no saldrán, hasta que actúen con transparencia y reconozcan su doble moral e insana confabulación con los cómplices de su dictadura feroz. Seguir leyendo →
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