Por JOSAN CABALLERO.
EL AMOR EXTENDIDO POR SAN VALENTIN
El Amor es Corazón,
que diseña marca-pasos,
activados, en función
del sentimiento, y los casos
nos ponen en situación
al borde de algún repaso,
pero nunca en posición
de detener su «parnaso»
de sensaciones y acción,
para continuar su paso
por el mundo: Interacción
que domina a «batacazos»
el cuerpo, «sin ton, ni son»,
sobrevive a los bandazos:
El Amor es Corazón,
con distintos marca-pasos:
Lo regula la pasión,
que tiende infinitos lazos:
Si interviene la razón
el avance trae retraso:
No logra definición,
sino piedras y guizazos:
El Amor es compulsión
desmedida, cual flashazo
de corriente: Ebullición,
por la que vives acaso:
Nunca busques compasión,
pues se convierte en plomazo,
que te dan por convicción
u otras dudas de rechazo,
al confundir ocasión,
con apretón o codazos,
que te suben la tensión,
mientras no te hacen ni caso:
El Amor no es convulsión,
sino libertad de abrazos:
Maravilla en relación,
cuando van al mismo paso,
gustos, ganas y expansión
de tu deseo en un vaso
comunicante: Cocción
de ambos cuerpos cual un lazo:
Magia, empatía, fusión,
que propicia un latigazo
de placer, cuya emoción
condiciona un embarazo:
Es mejor una atención
a tiempo, que encontronazo,
si el Amor logra ser don,
con sus momentos escasos:
Mejor tomar decisión
de romper o hacer traspaso,
que reducirnos a un mazo
de azahar, que empuja al ron
a acantilar los flechazos,
que disparan la ilusión,
cuidándola de fracasos:
Basta echar algún vistazo
al Amor, si es por acción
del cariño, no un gustazo,
que culmina en decepción,
mordido a los farolazos:
El Amor es solución
que duplica nuestros pasos:
Amor es la comprensión
más sensual, pues si te cazo,
puede que haya discusión,
pero nunca algún atraso
que desvíe la atención
y nos conduzca al ocaso:
El Amor es un gran trazo,
tirado en el pizarrón
de nuestra piel: Ni Picasso,
con un pincel o creyón,
definiría, en tal caso,
el «Canvas de la Pasión»,
que convierte en «detallazo»
el Amor de dos: Canción
despertando un arponazo
de placer y distracción,
o cuando menos «frutazos»,
que brindan satisfacción;
hasta cosquillas, codazos,
mariposas, digestión
acelerada, a pinchazos,
que generan confusión,
siendo el mayor «alegrazo»
de los hombres: Atracción
que se distingue a un plumazo:
El Amor es ilusión
aumentando sin zarpazos,
pues si no logra aleación,
acaso es sólo un timbrazo
que recibe tu emoción,
pero culmina en trancazo
de los pies al corazón,
o del pecho al espinazo:
El Amor se planta al son
de mil besos en regazo,
que nos dan la sensación
de que somos un pedazo
de otro cuerpo: Combustión
de nuestra alma con su abrazo,
o viceversa; danzón
de dos pubis, cual chispazo
de la mente al Corazón,
y del Corazón al bazo,
cuyo néctar, sin perdón,
pone en la lengua retazos
del Amor: Vida y Razón
de cualquier amante raso,
que se entrega a una pasión,
donde los labios y brazos
cubren toda la extensión
de los cuerpos, que hacen lazo
uno al otro, cual cordón
umbilical del abrazo:
La bendita dimensión
trae un beso de pitazo,
que reproduce a millón
mil deseos, como pasos
donados a la explosión
del sexo, cuyo mazazo
lo recibimos cual don
divino, y no un espuelazo
que es parte de la ración
que nos dan a fijos plazos
de felicidad: Poción
nada frecuente; si acaso
la alegría y la emoción,
para calmar los escasos
momentos de diversión,
si el Amor trae retraso:
El Amor es diapasón,
con diferentes timbrazos:
El Amor es ley de acción
y atracción, como un balazo
que no se lanza a traición,
sino de frente, y en brazos
de Cupido, cuyo don
es curarnos de un flechazo,
que bendice al corazón
o lo maldice en tal caso:
Todo Amor es la fusión
de una música de abrazos
y besos: Emanación,
que desempolva el ocaso:
Siempre habla al Corazón,
con idiomas de reemplazo:
El Amor es retención
del afecto en mil flechazos,
pero no la recepción
de males a «chimborazos»,
porque si no hay comunión,
el DesAmor es «traztazo»
que te dan por inacción
o por temor de antebrazos:
El Amor es conexión,
sin la duda del rechazo:
El Amor es tentación
contagiada de «portazos»,
que no espera detención,
ni trasplante a «cocotazos»:
El Amor, intersección
de cuerpos, pies, manos, brazos,
que no buscan clonación,
ni subasta de «porrazos»,
para asumir la invasión
del placer, como antañazo:
El Amor es dotación
para ambos, que da paso
a futura relación,
y hasta posible embarazo:
El Amor es sólo un caso
de pacientes, con pasión,
al borde de los colapsos:
El Amor es conducción,
pero nunca cede el paso
a los amantes, que son
alabarda entre sus brazos:
El Amor es reacción
en cadena, al mismo paso:
Todos tenemos el don
del Amor, y hacemos caso
omiso de su inyección
necesaria, para un lazo
familiar, y los gustazos
que ponemos a un montón
de cosas, como el abrazo,
el beso, la admiración
y distintos marca-pasos,
que afirman nuestra pasión
de vida y belleza a plazos,
en cualquier orientación,
pues el colmo, el «exitazo»
es el Amor, la ilusión,
de cada hombre a su paso:
El Amor no es quita y pon,
ni tampoco «ramalazo»,
que conecta tu visión
de la cabeza a los brazos:
El Amor es floración
espiritual, cual batazo,
que espera compensación
al sembrarse (cimbrarse) en tu regazo:
El Amor es pulsación
de dos vidas en un mazo,
que ascienden por inmersión
de sus almas y entrelazos:
El Amor es Corazón,
que destina a marca-pasos
la vida y resurrección:
todo junto en mismo vaso.
AMOR, LA FRUTA PROHIBIDA
Por JOSAN CABALLERO.
LA MANZANA DEL AMOR
NUNCA SERA UNA DISCORDIA
PARA DOS AMANTES, POR-
QUE ELLOS VEN LA CONCORDIA
EN CADA MORDISCO: AMOR
ES DESPRENDIMIENTO, POR
ENTREGA DEL CORAZON:
EL AMOR MADURA AL SON
DE DOS CUERPOS EN FUSION:
NO GENERAN CONFUSION,
SINO BUSCAN LA INFUSION
DE SUS NECTARES: DANZON
CON LA VIDA EN COMBUSTION:
AMOR ES FRUTA PROHIBIDA,
PERO ANTES DE LA MORDIDA,
FRUTA PRIMERO ES LAMIDA:
CULPA NO RECONOCIDA
POR AMANTES DE LA VIDA.
José Antonio Gutiérrez Caballero
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