Por JOSAN CABALLERO.
Antonio Machado Ruiz nació a las cuatro y media de la madrugada del 26 de julio de 1875 (festividad de Santa Ana y por tanto onomástica de la parturienta), en una de las viviendas de alquiler del llamado palacio de las Dueñas, en Sevilla. Fue el segundo varón que dio a luz su madre, Ana Ruiz Hernández, de una descendencia de ocho en total. Once meses antes había nacido Manuel, el primogénito, compañero de muchos pasajes de la vida de Antonio, y con el tiempo también poeta y dramaturgo.
La familia de la madre de Machado tenía una confitería en el barrio de Triana, y el padre, Antonio Machado Álvarez, era abogado, periodista e investigador del folclore, trabajo por el que llegaría a ser reconocido internacionalmente con el seudónimo de «Demófilo».5 En otra vivienda del mismo palacio son vecinos sus abuelos paternos, el médico y naturalista Antonio Machado Núñez, catedrático y rector de la Universidad de Sevilla y convencido institucionista, y su esposa, Cipriana Álvarez Durán, de cuya afición a la pintura quedó como ejemplo un retrato de Antonio Machado a la edad de cuatro años.
Pero, aún antes de nacer Antonio Machado, sus padres se conocieron, y hubo amor a primera vista, en una escena, cerca del Río Guadalquivir, en la ciudad de Sevilla, cuando un hecho milagroso tuvo lugar, gracias a unos delfines juguetones, que llegaron hasta allí; y el escritor Josan Caballero lo reproduce, a través de un poema apócrifo especial, como si lo estuviese narrando el mismo poeta sevillano. Ese es nuestro regalo, hoy, por el Día de los Enamorados:
FABULA O MILAGRO
Mis padres se conocieron,
por causa del mar y el río,
pues trocaron su albedrío
al lugar, donde se vieron,
por primera vez, y fueron
parte de ese gran gentío,
que reunióse, en Sevilla,
para ver la maravilla
y el milagro: Dos delfines,
por la marea y sus fines,
equivocaron el rumbo,
y llegaron dando tumbos
a la ciudad de Sevilla,
que enamoró las orillas
del Río Guadalquivir:
Los miraron al salir,
jugando, cual si estuvieran
volando la mar, que era
piñata de su fluir:
Entre damas y galanes
mis padres tuvieron fiesta
de noviazgo: Manifiesta,
por miradas y ademanes:
Dos delfines dieron vida
al Río Guadalquivir,
y a la ciudad atrevida,
que los hizo confluir.
Eran Ana Ruiz y Antonio,
al milagro convocados,
como dos enamorados,
juntados en matrimonio:
Ese es, hoy, mi patrimonio,
o mi herencia de vivir:
Magia del Guadalquivir,
por dos delfines y Antonio.
JOSE ANTONIO GUTIERREZ CABALLER0
Miami, 14 de febrero de 2015.
Del libro: EL PESCADOR DE POEMAS Y APOCRIFOS, 2015.
Datos biográficos: https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Machado
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