(Poema para Maritza Villafañe,
que vuelve a ser abuela por segunda vez)
Por JOSAN CABALLERO.
MADRE Y ABUELA AL UNISONO
También para mi abuela Beatriz, Alondra.
Ser madre es consagrarse manantial,
desde el cuerpo, que crece por más vida:
Ser madre es amamantar bienvenidas
de un alma, por cordón umbilical.
Ser madre es bendición celestial,
que nos da un pasaporte de salida:
Ser madre es la mayor reconocida
gruta del sentimiento maternal:
Ser madre es ida y vuelta, que convida
al mundo, cual colmena universal:
Ser abuela es ternura natural:
Doble maternidad, como venida
a más, una mujer, en colosal
armonía de almas, con familia:
Ser abuela es amor, que concilia
devoción con ternura ancestral:
Ser abuela es sumo seguimiento
de una entrega generacional:
Ser abuela no es fase terminal,
sino continuidad de flor vital:
Es el universal florecimiento
de los afectos y el cuidado real,
entre almas, que nacieron para dar-
se y consagrar su privilegio de forjar
vidas de su cordón umbilical.
Ser madre y abuela es bienestar,
porque ellas nacieron a la par:
Son almas que crecieron para amar
y forjarse, en el riesgo de entregar.
Ser madre y abuela trae unísonos
amores y dolores a las almas,
que crean vidas, a la par que ensalman
los cuerpos, cual si fueran audífonos
de plenitud y bienestar: Su bono
es diseñar nuestra vida en cono
de luces y armonía, cual las almas,
que llegan a crecer, entre las palmas
de sus manos, si ellas nos dan la calma;
pues nos cuidan y protegen con su alma:
Ser madre y abuela no es un karma:
Es la dicha del amor que te arma,
para que el mundo sea mejor talma:
La abuela es, cual una madre en calma,
que nos cubre y nos mima; nos ensalma,
con la gran maestría que hay en su alma.
José Antonio Gutierrez Caballero
Miami, 27 de julio del 2018.
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