Por JOSAN CABALLERO.
REDONDILLAS FRANCAS, CUAL GLOSAS INVERSAS Y/O ANTI-GLOSAS…
PARA EL POETA SINCERO JOSE MARTI…
I
Cultivo una rosa blanca,
para el niño que ha nacido,
entre grilletes, mordido,
por la patria que no arranca:
En junio como en enero,
se arma el joven por su isla,
y llega un don, que lo aísla,
con destierros mal agüeros:
Para el amigo sincero,
que supo unir más hermanos,
cuando vio que de sus manos
despertaba el mundo entero:
Que me da su mano franca,
para lanzar por las nubes
un papalote que sube,
si el tirano no lo tranca:
Y para el cruel que me arranca
la patria, sin más motivo,
que arañarme y verme esquivo,
por encima de sus ancas,
el corazón con que vivo,
cuando la tierra no alcanza,
y el alma libre me lanza,
a cantar, entre cautivos:
Cardo ni ortiga cultivo,
para el hombre que enarbola
su libertad en una ola,
mientras otros mueren vivos:
Cultivo la rosa blanca
para el sincero poeta,
cuya palabra es saeta
que ilumina y no se estanca…
II
(Variante sin Glosa)
Patria, tú eres la potranca
impaciente de mi suelo,
que preparas, con desvelo,
a un pueblo: Paloma blanca,
tan sublime emprendes vuelo:
Desprendes el desconsuelo
de un país, que es una trampa,
junto al agua: Firme rampa,
que transita hacia la luz,
empoderándose en tus
ideales, cual chinampa,
que reboza libertad,
irradiando claridad,
desde La Habana hasta Tampa:
Si tú eres “fina estampa”,
que, entre mis versos, cultivo,
y “el corazón con que vivo”
se colma de rosas blancas,
pues nos diste, fiel amigo,
tus flores, como testigo
de que el porvenir arranca,
entre espinas, sin abrigo:
Por eso, vamos contigo,
floreciendo mentes mancas:
Educando nuestra banca
de valores insurgentes,
para ganar el presente,
con actos que desestancan
nuestra isla en “desgobierno”,
sumida por cruel Averno,
de un amo, que corta el ancla
a su pueblo incontinente:
Si, como tú, mucha gente
desarraiga de sus chanclas,
orientando, desde fuera
y dentro, su nueva era
de empuñar tus rosas blancas,
ante los crueles que arrancan
la libertad, sin motivos,
y el corazón con que vivo
recompone su barranca
a la vuelta de su casa,
para salvarla entre todos,
sacándonos de este lodo,
que es liberarnos en masa,
donde el amor nos abraza,
al desplazar enemigos,
con ideales de amigo
y el poder de nuestra raza.
José Antonio Gutiérrez Caballero
28 de enero del 2011.
Miami, 28 de enero del 2016
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