Como una irreverente protesta callejera
el joven desnudo se amordaza
delante de todas las banderas
mientras exhibe su
expresión esposado
de libertad
y el pubis cubriendo lo que queda
con la suya:
Razón que inflama a los morbosos
turistas de la política
cuando el infinito
con imágenes pregunta
el simple paradero
del muchacho que izó
otra libertad
desde su seria altura colosal
libidinosamente
atando con ira o por placer
a cada transeúnte que lo mira
cual un stripper de la patria
en esa disidente locura amarillista. Seguir leyendo
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