Archivo de Mariana Grajales

OJALÁ TODOS FUÉRAMOS MARIANA GRAJALES

Posted in ABANDER-ARTE with tags , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , on 17 junio 2009 by josancaballero

Plaza Publica Mariana Grajales

José Antonio Gutiérrez Caballero

Mariana Grajales Cuello, la madre de los Hermanos Maceo...

 Respuesta igualmente enérgica,

ante la iracunda y desmedida

intervención de la Bloguera Miriam Celaya,

  “sin EVAsión” alguna, “desde Cuba”…

Miriam Celaya, Sin Evasión...

La verdad, señora Miriam Celaya, me dejas estupefacto con tus estruendosas y prepotentes palabras en “Una comparación inadecuada”, porque yo, que he usado bastante ese glorioso nombre de mujer cubana por antonomasia, para, amorosa e hidalgamente, definir muchos de los dones en la Web de alguna que otra de nuestras imponentes mujeres, como es el caso específico de Chiquita Cubana, nuestra querida Margarita García Alonso, e incluso de su actitud aguerrida, solidaria, maternal, patriótica y propulsora, más que manipuladora, no sólo durante la Movilización General del Primero de Junio, sino en su labor global durante todo este tiempo, para y con todos nosotros.

Sin embargo, en el caso suyo, como en el de cualquier otra persona, me deja abismado al leerla, porque no sé cuál es su visión, e incluso, su versión, de la historia y la biografía perteneciente a la increíble Mariana Grajales, nada vapuleada ni aprovechada como se debe por el castrismo, quizá también por un desconocimiento de la magnitud del suyo, cuando los que de verdad conocemos el empuje, ímpetu, prestancia y solidaridad internacionalista de esta santiaguera de la Humanidad, nos damos perfecta cuenta de que ella, no sólo fue la madre que dio los grandiosos vástagos de los Maceo a la causa independentista de la Isla de Cuba, sino que pudo concebir toda una maternidad nacionalista, para el patriotismo, la formación y gestación de verdaderos valores, ideales y conductas, en la prefiguración de grandes hombres, como lo fueron aquellos magníficos seres humanos de la casta y la talla de los Hermanos Maceo, que por suerte para nosotros, aunque no para Usted, ellos no pertenecen al castrismo, amiga mía, y, a pesar de que sean traídos y llevados por una historia escrita a su manera, independientemente de esto, son portadores del signo distintivo de la verdadera HISTORIA DE LA ISLA DE CUBA, la que se ha conformado desde siempre, y que no es privativa de la pseudo-república, ni del castrismo, ni acaso del torpe Busto, ni de la Generación Y, ni la Z, ni suya, ni mía, ni acaso de ninguno de los blogueros cubanos, o de algún país.

Monumento a Mariana, de 23 y C, en El Vedado.

A veces, aunque aparezcamos en pugna o contrarios al régimen totalitarista e intolerante de los Castro, no todo lo que nos exhiben o nos muestran, viene orquestado por su siniestra maquinaria, trituradora de hombres y símbolos por sí y para sí, de ahí que tengamos que ser más respetuosos y deslindar perfectamente, pues, aunque nos traten de ofender, provocar o malinterpretar, no podemos igualarnos a ellos para nada, ni rozar, a estas gloriosas figuras, con el pétalo de una rosa, porque se encuentran en un nivel demasiado alto, al que no vamos a llegar nunca nosotros, ya que son patriotas que se ganaron ese sitio cimero y singular, otorgado no por Fidel, Raúl o alguien por el estilo, sino por la propia Historia de Cuba, anterior a la “Robolución” Cubana.

Como quiera que no sé por dónde vienen sus resquemores y palabras soeces, no las tomo del ningún modo, ya que si bien le he dado esa distinción y catalogación a alguien, que no es Usted por supuesto (tierna y concienzudamente hablando), lo he hecho con conocimiento de causa, y no hablo de la Mariana Grajales de ellos, sino de la nuestra, aunque ahora salta a la vista, que yo sé de cuál es la que hablo, pero no sé cuál es la suya, amiga bloguera, que se prerroga el derecho de no aceptar que la comparen con esta distinguida personalidad de nuestra historia nacional, y hasta continental, tal y como Manuelita Sáenz, la Libertadora del Libertador Simón Bolívar. Tenemos que estar claros cuál es la posición y la postura de esos grandes hombres y mujeres de nuestro gentilicio, más allá de gobiernos y tendencias político-ideológicas.

Monumento a Mariana Grajales

Y qué bueno que, a estas alturas, Usted haga esta salvedad, porque le queda muy grande el epíteto Grajales, o el de Mariana, aunque su nombre empiece con M, pero qué va, valga que Usted se ha ofendido tanto. Es prueba de que no le ha servido, ni le ha valido el “sayón”, que dice Usted le han mal puesto o contrapuesto.

Entonces, pues sencillamente se lo quitamos, se lo desprendemos de un tirón, que no hacen falta dos Marianas Grajales, en la verdadera HISTORIA DE CUBA, y con esos tonitos y altisonancias, mucho menos.

Sin embargo, poniéndome empáticamente del lado de Usted, es una verdadera lástima que haya promovido este necio, hueco, insensato e insano comentario, que se ha vuelto debate no sé por qué, a no ser que con ello esté queriendo reclamar, como algunas otras veces, “sus quince minutos de Gloria”, que por demás, y por lo que veo, acaso son prestados o mal reconocidos, dada su “bendita” e injustificada contrariedad.

Otra imagen de la Plaza Mariana Grajales

Para su máximo y único conocimiento, dado que en Usted esta “matriarca oficial” sólo fue una torpe dadora de hijos, captada por la Historia en el “monstruoso” acto de entregarlos a la lucha por la Libertad de su patria, es ése el mismo y maravilloso deslinde que aparece en el adolescente y magistral drama poético “Abdala”, de José Martí, porque era la disyuntiva de esa época, como allá, durante los años setenta y ochenta, se encontraba la de enviar a sus hijos, casi niños, a la zafra, a la Escuela al Campo, y a la Guerra de Angola o Etiopía, que por supuesto, no es ni mediana o totalmente, lo mismo. Por no hablar de acá, sobre las madres hispanas, quienes han tenido que sufrir por ver a sus hijos marchar a la Guerra de Viet Nam, Irak o cualquier campaña nacionalista, que haya sido orquestada, igualmente, por el ejército de los Estados Unidos, en el nombre de la Libertad.

Por eso, amiga bloguera, como me resulta inexplicable y demasiado exaltada su reclamación, me parece muy bueno echarle mano a un memorable artículo del historiador Raúl Ramos González, que aprovecha estas palabras para hacer un indudable panegírico a la ilustre madre santiaguera:

               Sigue presente una anécdota sobre Mariana Grajales, contada por María Cabrales, esposa de Antonio Maceo, en mayo de 1897, en donde nos relata: Mariana, «a quien Dios ha investido con el grado de General  (…) llama a su tropa, que es su propia prole y ordena: «Todos de rodillas». Entrando en la habitación saca un crucifijo y levantándolo en alto dice: «Delante de Cristo, que fue el primer hombre liberal que vino al mundo, juremos libertar la Patria o morir por ella».

Nuestro Héroe José Martí.

 

Y no contento con ello, hago cita igualmente de una frase, perteneciente a nuestro gran Héroe y Poeta José Martí y Pérez, que no es tampoco un líder o escritor excelso, privativo del castrismo ni de nadie. José Martí es el CUBANO y el PATRIOTA por excelencia, lo reclamen ellos o lo defendamos y exaltemos igualmente nosotros, porque él es, para cualquier Historia, lo que se ganó por sí mismo, independientemente de cualquier gobierno, tendencia y persona que lo reclame como bandera para el desarrollo de sus ideas y planes, o para sí porque sí. Y se lo dice, quien ostenta el Premio Especial de Ensayo Centenario de La Edad de Oro 1989, del Ministerio de Cultura en Cuba, con el ensayo historiográfico ESE NIÑO DE LA EDAD DE ORO.

Dichas palabras vienen como anillo al dedo, para que ellas mismas se constituyan en alerta y respuesta martiana ante su propia, poco feliz e indignante expresión, con la que le hacemos un verdadero llamado a la reflexión:

                         «Por compasión a las almas de pocas virtudes, que se enojan y padecen del mérito de que no son capaces, y por el decoro de las grandezas más bellas en el silencio, sujetaremos aquí el elogio de la admirable mujer, hasta que el corazón, turbado hoy en la servidumbre, pueda, en la Patria que ella no vio libre, dar con el relato de su vida, una página nueva a la epopeya».

EL ABANDERADO MARTI, por Chiquita Cubana.

Como no sabremos nunca qué persona acaso puede estar detrás del antifaz, baste esta hermosa frase, primeramente, para refutarle y hasta calmarle su arrebatada furia, del mismo modo que pueda demostrarle a Usted que si las dijo, es acaso porque sí sabía de HISTORIA DE CUBA, y quién era en verdad MARIANA GRAJALES, ambas con letras mayúsculas, por lo que, no es menos cierto que José Martí, tuvo la suficiente humildad y el decoro de homenajearla, amén de respetar sus restos y grandiosa memoria.

En segundo lugar, sirva esta desenconada discusión, para hacer patente aquí el inicio en Josancaballero’s Blog de diez días de consagración al conocimiento de la vida y obra de Mariana Grajales Cuello, quien nació un 26 de junio, pero de 1808, hace 101 años, en Santiago de Cuba.

Mariana Grajales, impulsando a su hijo por la Libertad de Cuba.

Y no se preocupe, señora mía, que acaso la ofendida sería nuestra Mariana, al enterarse de que podrían decirle acaso Miriam, o confundirla con ella. No lo dude, a partir de ahora, nunca más se lo dirá nadie, pues Usted acaba de sentar, para siempre, un precedente en nuestros Blogs: Distancia y Categoría. No lo olvide, ni a nadie se le olvide, por favor, este día.

No hay que tener pena ni recato, además, que esa es mucha CUBANA para serlo Usted, MUJER, MADRE, PATRIOTA y LIBERTADORA, incluso, para que pueda cualquier persona irrumpir con el NOMBRE y con la HISTORIA de esta magnífica luchadora decimonónica, por eso, yo no tengo ninguna pena en que Usted me entregue su pesada carga de estos días, que no me ofende para nada.

Miriam Celaya argumenta que ella no es Mariana Grajales.

También se ha citado reiteradamente esta sentencia emblemática de José Martí: “Es la mujer que más ha conmovido mi corazón”, escrita en el mismo instante de enterarse que había muerto la Madre Mariana, en Kingston, Jamaica, aquella indomable progenitora de los Hermanos Maceo, así como de todos nosotros los cubanos, porque ella es el símbolo preclaro de la eterna lucha por la emancipación de Cuba.

Por eso, a pesar de las distancias y los sexos, mi madre y mi hermana allá adentro, o cualquiera de nosotros aquí afuera, ojalá fuéramos MARIANA GRAJALES, pues le aseguro que otro Gallo cantaría ante los Castro, a esta hora: Por no tener, ni contar, con una pléyade de mujeres como Mariana Grajales, y hombres como los Hermanos Maceo, sin desdorar a los presentes y ausentes, es por lo que estamos así ahora, en medio de una abulia y sin razón que no termina nunca, en la mismita mitad del mal. Pues, sí señora, atormentada e insensata bloguera mía, creo que ingenua y petulantemente, “sin EVAsión, desde CUBA”.

LA LIBERTAD DE CUBA SEGÚN JOSÁN CABALLERO

JOSÁN CABALLERO

Coral Gables, 16 de junio del 2009.

Flotando Nuestra Bandera Cubana, dentro y fuera de la Isla.

 TRANSCRIBO AQUÍ MISMO

EL TEXTO COMPLETO

DE MIRIAM CELAYA,

APARECIDO EN SU BLOG SIN EVASIÓN

Plaza Mariana Grajales

 Una comparación inadecuada

La lectura de los mensajes a mi bitácora y de los comentarios que cuelgan los lectores me producen la gran satisfacción de sentirme cerca de todos y cada uno de ustedes. Sus palabras son la comprobación de que mis horas frente al ordenador, mis desvelos y preocupaciones por el insuficiente acceso a Internet, no son estériles. Son, además, mi remuneración. Los comentarios me causan reacciones variadas: a veces me divierten, otras tantas me ilustran y me proporcionan informaciones y conocimientos que no tenía. Tampoco faltan los que me sorprenden cuando se malinterpretan mis ideas, pero todos ustedes, que visitan el blog, que leen mis propuestas y manifiestan interés en compartir este espacio que se creó para eso, justifican mi trabajo.

Eso sí, amigos, me niego a crear una imagen falsa de mí. Por eso pido a los que me califican de “heroína” que lo reconsideren: no acepto tamaña responsabilidad. Sobre todo no consiento la insistencia de algunos en compararme con la matriarca oficial, Mariana Grajales. Es evidente que no todos tenemos la misma percepción de esa señora cuyo único mérito especial parece haber sido parir hijos para más tarde enviarlos a la guerra: la actitud menos maternal que, en mi modesta opinión, pueda tenerse. No hay ningún evento apreciable en su biografía más allá del parto de los famosos “titanes” y “leones” de las guerras de independencia, con todo el respeto que merecen los próceres. Tampoco creo que una mujer valga solo por ser madre o esposa de alguien; conozco mujeres estériles así como otras que han elegido no ser madres -una decisión que no comparto pero respeto profundamente- que son magníficas personas; y también sé de mujeres madres que son redomadas sinvergüenzas.

En el caso de la Grajales, me parece particularmente monstruoso enviar a los hijos a matar o a morir, sobre cuando tal encomienda proviene de un ser dotado con el regalo natural de dar vida. Es ésa precisamente la “cualidad” que más ha explotado también la política oficial para manejar a su antojo la psiquis femenina, siempre manipulada desde el fetichismo cultural (y profundamente machista) de la maternidad como función suprema de la mujer; sólo que ahora las mujeres cubanas debemos parir hijos, no ya siquiera para la supuesta defensa de la independencia nacional, sino para salvaguardar los intereses del gobierno cubano incluso en otros países. Ahí tenemos las experiencias de Etiopía, Argelia, Bolivia, Angola, Nicaragua y tantos otros episodios bélicos, después de los cuales las medallas con la imagen de Mariana Grajales, colocadas sobre los pechos de numerosas madres cubanas, constituyen el premio y consuelo que les prodiga la oligarquía guerrera desde su trono, por la pérdida irreparable del hijo. La ceñuda madre de los Maceo es el icono más a propósito para la consumación de la hipocresía oficial.

En fin, que para mí el paradigma maternal no significa mucho, sino las actitudes. Definitivamente, no me gusta Mariana. Así pues, aunque sé que el ánimo de los que –inexplicablemente- me comparan  con ella no es ofender, les respondo sin ofensa, pero con energía: ¡más Mariana Grajales serás tú!

Miriam Celaya

Blog Sin Evasión.

Los cubanos en la Plaza Mariana Grajales.