LAS DAMAS DEL ABANICO (EN EL MES DE LA HERENCIA HISPANA) PRIMERA PARTE

Por JOSAN CABALLERO.

(Suite en Décimas y Duodécimas:
Literal Regalo para mis Mujeres
de “FRESCO Y MAS 086”)

LAS DAMAS CON ABANICOS CUBANOS

Damas de tantos colores,
con Abanicos Cubanos,
se levantan muy temprano,
para darnos sus primores:
Fuera de colesteroles,
diabetes y presión alta,
son mujeres, que resaltan
el pabellón femenino,
en sabores repentinos,
de café con leche, y malta.

Las Damas del Abanico
son amigas del regalo:
Nada tiene eso de malo,
si les gusta darse un rico
alegrón, en sus hocicos:
Los ojos de estas diez damas
se juntaron, por ser amas
de casa, con sus candores
y abanicos, entre flores
de colores, en gran gama:

Son mujeres, con su fama
de bondad y estampa libres,
pues son damas de calibre,
empinando lo que aman:
Sus almas juntas se inflaman,
sin envejecer jamás:
Son damas de FRESCO Y MAS,
que se entregan, con tesón,
a un amor, cuya pasión,
las hace vivir en paz:

Damas, que son diez, por ocho
abanicos, que florecen;
si, enaltecidas, se mecen,
exhibiendo sus bizcochos,
que dejan los hombres mochos,
de piropos y miradas:
Son mujeres muy osadas
las Damas del Abanico:
En verdad, son treinta y pico
las féminas reclutadas:

Al aire increpan, retantes,
si miras alrededor;
te crees, galanteador,
y ellas piropearon antes,
pues te vieron elefante,
mas no conceden su risa
a los burros en camisa,
ni a un chivo con guayabera,
ya que ellas son las primeras,
que limpian sus parabrisas:

Mujeres, que se conjugan,
entre vestidos y aretes,
pero ocultan el tapete,
si tiene muchas arrugas:
Son mariposas-orugas,
que poco muestran sus alas,
pues son rápidas, cual balas
de colibrí o sinsonte;
ni aceptan presentes: Ponte
a ver qué tú les regalas:

La Dama del Cundiamor
es esta mujer, que llega,
entre famas de estratega:
Es Yolanda, con sabor,
nuestra Dama del Color
Azuliverde, repito,
es la Dama del Perrito,
que se extiende, con su agua,
por todos lados: Enagua,
abarcando nuevos ritos:

Dama Amarilla de empeño,
es rebelde, cual un toro,
pero no cambia su moro
por cristianos, ni otro dueño,
que le done sus tequeños:
Milagros lleva por nombre,
chef cubana de renombre,
que es Dama del Abanico,
pero prefiere un ratico
pan con bistec, a tener,
que cocinar, y volver
a «fajarse» con su hombre:

Ahí va la dama Yadiris,
la más dolida y perfecta:
No la confundas con Sexta
Maravilla, ni Arcoiris:
O nuestra diosa, que espiri-
tual, llega aún para vernos:
Es primavera, en invierno;
y verano, en primavera:
Es mutable, y desespera:
Su otoño nos hace eternos:

Una dama locoseria,
de color azul-naranja,
trae, en su pelo, una franja
de reggaetón y de feria:
Con canciones improperias,
se precia de ser Mercedes,
esta mujer, que concede,
servicial y vendedora,
beneficios, pues la adoran,
pero nadie la sucede:

Damas hispanas, que tienen
el porvenir, en sus manos,
salvan a hijos y hermanos,
que los traen, o mantienen,
en sus países, y vienen,
a fomentar sus familias:
Ellas mismas los exilian,
para que vivan mejor,
si destierran su dolor,
y jamás se reconcilian:

Es el caso de esta Dama
Azul, entre mariposas,
que dejó de ser esposa,
por abanicar su llama
materna, a flores y ramas,
que buscaban su alimento:
Ay de ella, y su sustento,
traído del mar a casa:
Haydeé, que es torcaza
de los suyos, con aliento:

Maternidad, que reclama
una hija de la campiña
cubana, con cuya niña
abanica lo que ama:
Para Beidy es oriflama
el amor de sus dos seres
queridos, entre deberes,
que entrañan su vida adulta:
Su niñez fue en catapulta,
con abanicos y enseres:

Son mujeres de regalo
lo que me trajo la vida:
Ellas llegan, hoy, henchidas
de un amor, que siempre exhalo,
tan fresco de luz, que instalo,
desde mi alma a mi mente:
Son mujeres diferentes
las Damas del Abanico:
Son amor de villancico
estas damas envolventes:

Lleva un sol intransigente
esta mujer asustada:
Es dama regocijada,
con el oro de la gente:
Temprano llega, insistente,
en su abanico dorado:
Es mujer de instinto osado,
esta dama papalote:
Vivian nos trae un islote,
en su pecho tan porfiado:

Surge la Dama Violeta,
con sus miedos y rezagos,
pues no sabe, que un gran mago
puede volverla una zeta,
o montarla a su veleta,
haciendo feliz su estilo,
al verse «Venus de Milo»,
si ella es Mylen, que mira
soledades, que respiran,
en su abanico sin filo…

CONTINUARA…

José Antonio Gutiérrez Caballero

Miami, 5 de Agosto del 2018 – 5 de octubre del 2021

5 octubre 2021 a 6:33 pm
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7 octubre 2021 a 11:02 am
Muy lindo homenaje a estas distinguidas damas
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