
Poema Alegórico con Himno Sanador,
escrito por José Antonio Gutiérrez Caballero
(JOSAN CABALLERO)
Quién iba a decir que en el año de los gemelos
invocaríamos a Nostradamus y a Dean Koontz
cual apóstoles de una nefasta premonición.
Quién iba a pensar que era o ya es tal vez
la tercera guerra mundial
de la que nos alertó Bill Gates durante 2015
y no precisamente con bombas ni misiles
sino por un enemigo invisible
que nos ha logrado intervenir
desde el interior de nuestros cuerpos
–sin traspasarnos al menos el alma–
fragmentando nuestros pulmones
con organismos microscópicos
que no nos quieren abandonar
ni con la misma muerte
pues somos acaso
los únicos vectores
de esta fatalidad.
Y lo peor de todo
es que no sabemos
cuando esto va a parar
ni en verdad si pararemos
porque tampoco supimos
escuchar o valorar
suficientemente la evaluación
del previsor Gates
cuidándonos «las puertas»
de la emancipación
quien nos alertaba
en aquella incalculable
y difícil situación
que como ésta es
una encrucijada hoy
sin temor a la equivocación
o la exageración más contenida
donde igualmente debemos
tomar prevención:
Al asumir y enfrentar la adversidad
con verdadero distanciamiento y protección.
Quién nos iba a decir
que el equinoccio de primavera
se adelantaría dos días como el virus
en ambos hemisferios
y empezaría a florecer
desde los cementerios
semejando la fuerza de un Ave Fénix-secular
con la boca cerrada y el corazón ardiendo
por la fiebre eterna
de la muerte como transformación
para romper con el maleficio
de la perseverancia junto a la resignación
el distanciamiento social como única bandera
y la divina o terrenal impugnación
si éste es hoy el prontuario absoluto
para enmendar al planeta tierra
como a todos los hijos del hombre
por Papá Dios.
Quién iba a decir que viviríamos
o moriríamos con el enojoso
milenio de la globalización.
Quién iba a decir que amanecería más lento
tanto en las casas
–a modo de hospitales ambulantes
como en las calles solitarias
de tantas ciudades a la vez
donde los hombres pacientes o impacientes
soñaban y/o rezaban
por el miedo a estar infectados
con el virus letal
de la descoronación humana
pues la gente había perdido
hasta el hilo de la cordialidad
y la comunicación:
Todos comenzábamos a vivir
sin saber por qué
como en un filme abstracto
o extraído de la ciencia ficción.
Pero era y es
lo más real vivido
hasta en nuestra irreal imaginacción.
Sólo una plaga de invisibles coronas
impuestas del chinoriente
nos hizo recapacitar
caer en anagnórisis
y devolvernos al seno familiar
cuidando y/o sacrificando
los ancianos ancestros detenidos
por la actual epidemia global
o el miedo a la muerte
entre nosotros mismos
desde nuestra virtual
e irregular conversación.

Maldita aparición
de un virus con tenebrosa corona
y un sórdido sistema
que cercenó sus reglas
para ocultar la luz medicinal
de los que vieron
la verdad del virus más cerca
y nos quisieron alertar
sobre la cruenta o cercanamente lejana
inmediata realidad
con melenuda corona viral
que se nos venía encima para todos.
Macabra sentencia
que sin siquiera presentarse
nos devolvió torpemente
la humana apariencia
de la deshumanización:
El universo entero permanecía en comoción
expectante y sin advertirlo apenas
atraído por corrosión y confusión
cual un posible estado de coma global
que nos conduciría a la especie humana
a un incipiente peligro de extinción
–por extensión sin exclusión–
desde la China a Italia
y nuestra España soleada asolada
en el centro de esta ecuación y destrucción
sin descontar los cinco continentes
con la desmaravilla del mundo anglosajón.
Sin descontar que este Coronavirus
es una bomba de tiempo global
con los ojos vendados y las manos
atadas pero limpias
cuando vemos a ciegas
que las ciudades comienzan
a enfermar de inanición
como la bolsa y los mercados
hasta la economía casera o la mundial
cual miles de castillos
que descontienen sus naipes
y empiezan a compulsar
y/o violentar nuestra realidad
por inevitable confusión.
Las postales como los turistas
huyeron al pasado
con la embestida inmemorial
para no quedar en cuarentena
al igual que los ancianos más vulnerables
que perdieron la calma
por la poca salud y la falta de inclusión.
Hasta la ciudad que nunca dormía
tuvo que empacar y encerrrarse
ante el contagio aparente
de la propia Estatua de la Libertad
y el descalabro increíble
del ampuloso toro
de Wall Street
pues todos tenemos miedo
de no habernos cuidado bien
y estar en peligro de contraer
la enfermedad que nos trae
al mundo en pleno al revés.
Quién iba a decir que la primavera
y nosotros estaríamos
en medio de una mortandad mundial
por genocida y viral enfermedad
incontrolada y ocultada
tras los primeros y críticos casos
ya detectados de antemano
pero desconsiderados por el gobierno
desde una populosa pescadería
en un mercado ambulante
–desprotegido por cierto e incierto–
de la internacionalmente desconocida
ciudad de Wuhan.
Quién iba a decir
que sin tocarnos los ojos
extrañados por la confrontación
o los poderes ocultos
entre política y religión
aquel nefasto diciembre de dos mil diecinueve
nos taparía las bocas por tiempo indefinido
desde enero de los gemelos 2020
(y esperamos que no sea
per saecula saeculorum)
pues al descontrolarse
y expandirse la epidemia
se convirtió en agresiva
y hasta progresiva pandemia
que por suerte
ha despertado nuestros bríos del alma
atravesando nuestro dolor y compasión
con el Pan-de-Miedo de cada día
y el instinto conservador
que antes nos impedía rebelarnos
e imposibilitar esta consumación
pero por desgracia para el virus
el homo sapiens está venciendo desde ya
sobre el homo lupus homini
de nuestra actual mentalidad social
y junto con la posibilidad de la muerte
cual última barrera
nos devuelve
la solidaridad y la responsabilidad
individual por conciencia colectiva
como única y definitiva confirmación
frente al karma y la necesidad de salvación
justo en la búsqueda
de una pronta sanación
durante un inestable período
de magna crisis y turbación
que se tornó letal
y abrió las sobrecogidas exclusas
inconclusas de una posible
ley marcial por resolución.
Sin embargo nuestro
instinto humano
y de rebeldía superior
quiere y espera alcanzar
una inmediata solución
por lo que se ha propuesto
la total cuarentena
–que todos acatamos de una vez
y a una misma voz–
lo que permitirá el revés
de esta mortal moneda de mil caras
con la naturaleza en primavera
y todos junto a ella
en conjunción.

Quién iba a decir que la primavera
nos daría la razón y la evolución
como inteligencia y población
como sensibilidad y unión
de que podemos sanar y ser mejores
con nuestra fe que nos da esperanza
en medio de tanto miedo y conflagración.
Quién iba a decir que lavarse
el corazón como las manos
sería cual una medida de extremaunción
donde el alma pueda tener
el arma de nuestra protección
frente al real contagio
y la descoronación
de nuestras vidas
en cada nación
sin tomar hoy en cuenta
incluso intolerantes leyes
junto a la insensibilidad
de ciertos gobiernos sin interacción
ante inmigración exilio o extradición.
Quién iba a decir
que la soledad y el confinamiento
serían el estandarte y la posible solución
para romper y atacar al virus
de la substracción y distracción
durante un tiempo de entera
e inexplicable contradicción
hasta quedarnos en extrema unión
con nosotros mismos
y cada cual con su generación
reacondicionando las cosas de la mente
para aprovechar
pacientemente nuestro tiempo
en una sensible época de familiarización
y hasta orar y ahorrar en la economía
de nuestro corazón
jugando al derecho y al revés
el ajedrez de esta vida
que nos devuelve
en bebida y sobrevida
el modo de volver a mirarnos
en conjunto y conjunción
desde el futuro pasado
de nuestra asunción
dentro de un nuevo despertar
con distinción en distensión.
Quién iba a decirnos
que el planeta sería
más que un mundo irregular:
Un solo y grande
imperfecto país rojo
con toda su virulencia y despoblación
plagado de similares síntomas
de diarrea fiebre y confusión
entre los sueños que regresan
nuestros muertos del Covid-19
cual vivos guerreando
y mostrando su diferenciación
de abuelos milenarios
con milleniums en contradicción
quienes reanudan juntos
otras reglas de pronunciación
y hasta de comunicacción.
Quién iba a decir que no tendríamos
la dósis necesaria para seguir existiendo
o la vacuna exacta de nuestra redención
en estos difíciles y dementes
repentinos e inexactos momentos
de reflexión y resolución,
Quién iba a decir que el camino
era la vuelta a casa
y hasta familiarizarnos
en la era de la desfamiliarización.
Quién iba a creer el desgastado
y mal traído y llevado mito
de humanizarnos
en la era de la deshumanización.
Quién iba a decir si era antes
o después de nuestra era
en que «éramos felices
e indocumentados».

Quién iba a exigir calentarnos
y encender nuestro hogar
en la era del calentamiento global
del hueco de ozono y la refinanciación.
Quién dijo que la muerte en su corona
podría pararnos para arrancar otra vez
y adelantarnos el camino
de nuestra propia y próxima resurreción.
Quién dijo que no podríamos
hacerlo desde nuestras casas
reunidos y expectantes
desde el cordon umbilical
de nuestro acercamiento y recuperación.
Quién iba a decir que podríamos
perder el miedo
y aceptar un toque de queda
como mandamiento
de continuidad o contrición
para que nuestra vida pueda
conquistar su nueva superación
sin necesidad de superaviones
supremas tecnologías
o nuestra milenaria predestinación
que a menudo nos ha llevado
por algunos hombres y sus compañías
a una profunda e incalculable devastación.
Quién iba a decir que encerrarnos
ante y frente a nosotros mismos
sería la llave que nos devolvería
la aperture a nuestras cavernas familiares
a una nueva vida terrenal
sin pensar en la vida eterna
sino en el reino familiar del encuentro
con la principal célula de la sociedad humana
con la Trinidad y la sagrada familia de Dios:
Fuera pecados capitales
con la implementación
de las virtudes teologales y la ley
más tierna de nuestro corazón
pleno de fe esperanza y caridad
para nuestra propia y natural compartición.

Quién iba a decir y dejó
de decir tantas cosas
inexplicadas e impuntuales
frente a las noticias reales y el televisor
que nos llevan
de las continuas manos limpias
a similar corazón en ascuas
pues somos y seremos nosotros mismos
quienes nos retamos y retaremos
en este nuevo challenge
cuyo reto es al parecer
de noventa días
–no una sencilla cuarentena
de catorce remotos días–
Quién iba a decirlo
sino demostrándolo nosotros mismos
quienes transformaremos
esta pandemia de horror
en una magnífica estación
de primavera mundial:
En una verdadera epidemia
viral del corazón
para que nuestro mapamundi
en derredor
tome conciencia
de la esencial enfermedad de vivir
que tenemos los hombres
y el amor se convierta
en el escudo de nuestra afirmación
y por esto mismo puede ser
que mañana como ayer
hoy y hasta siempre
amanezca para todos
en una próxima grande y placentera
pandemia de amor
para que todo el universo
vuelva a ser
el epicentro del amor
frente a la supervivencia de un virus
que tiene sus almas y días contados
como otros daños colaterales
pues siempre ha sido ajeno e impropio
de nuestro cuerpo y corazón:
Portador absoluto
del confinamiento
y la libertad de todos
que es también de dos:
Nuestro verdadero y único
humano y solidario
en cualquier jornada o cuarentena
vivo y sobreviente
sin cambiar de estación:
Antes y Después de Nuestra Era:
En y desde su planeta Tierra:
Nuestro verdadero y único
virus de confianza
(con el que debemos siempre
contagiarnos:
Por portar y aportar
igualmente el antivirus
de nuestra generosa y urgente curación)
es el Amor:
Es el CoronAmor:
Es el CoviAmor:
Nuestro Amor infinito:
Maravillamor:
El que siempre nos salvará
de cualquier extinción o destrucción.

HIMNO SANADOR DEL CORONAVIRUS
(EN DILATADA PASCUARENTENA)

Por JOSAN CABALLERO.

(Versos cual una canción
para ser interpretados en familia
o representados en casa
durante la Cuarentena)

Al llegar la primavera
nos sorprende una corona
viral que ya desmorona
al humano dondequiera.
Sin saber cómo ni cuándo
aparece esta epidemia
global: Incierta pandemia
que nos viene devastando.
Los humanos sanarán
y el mundo desmontará
virus de plaga oriental
que es ya pandemia mundial.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no apagará.
El Covid Virus Corona
nos puso una encerrona
y empezó la cuarentena
de todos en gran cadena.
Cuarentena que es mortal
cadena de humanidad
para salvar nuestra Edad
de esta cruda realidad.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no romperá.
Coronavirus tendrá
que ceder su mortandad
por la nueva humanidad
que nace de la piedad.
Los humanos sanarán
con la nueva primavera
que esparcirá las primeras
almas que sobrevendrán.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no cederá.
No se irá la primavera
pues será la sementera
que nos de la bienvenida
y nos conserve la vida
a toda la humanidad
que del Covid convalece
y con la cura se crece
por su nueva realidad.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no morirá.
Volvimos a nuestras casas
para cuidar la familia
con nosotros en vigilia
ante el virus que amenaza.
Y pudiera parecer
que nos condena a la huida
pero es una gran salida
cuidarse y permanecer.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no matará.
Covid Virus caerá
y su efecto perderá
el sello de su crueldad
para nuestra humanidad.
Los humanos sanarán
y el mundo desmontará
virus de plaga oriental
que es ya pandemia mundial.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir hoy vencerá.
Somos el mundo otra vez
que entendemos lo que hoy pasa
y retornamos a casa
cuidando infancia y vejez.
Covid virus nos dio pie
de permanecer unidos
mas en casa retenidos
cuidando el alma y la fe.
ESTRIBILLO SEGUNDO:
Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo la aplaudirá
con la nueva humanidad.
ESTRIBILLO REGGAETON UNO:
Coronavirus Coronavirus
si no me hallo o respiro
y no lo quiero: Lo evito
y me cuido. No un poquito
pero me aislo: Repito:
Coronavirus: Serena el virus
que no lo busco y exijo
evitar y remediar…
Hoy miramos nuestras casas
cual cimas de un nuevo cielo
que nos devuelve el anhelo
a los humanos en masa.
Humanos que en nuestras casas
vencemos virus mortal
que es logro fundamental
de salud con gran mordaza.
ESTRIBILLO SEGUNDO:
Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo la aplaudirá
con la nueva humanidad.
Cuidando la humanidad
si estamos en cuarentena
y sacando nuestras buenas
actitudes y bondad.
Es gran oportunidad
para que el mundo florezca
y pronto desaparezca
tamaña contrariedad.
ESTRIBILLO SEGUNDO:
Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo la asumirá
como nueva libertad.
Humanidad que regresa
convertida en primavera
a sus casas cual si fuera
la flor de todas las mesas.
Primavera es la corona
más viral de nuestras vidas
que saca de su guarida
a un Covid que desentona.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus nos trajo
una gran fatalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir lo vencerá.
Somos el mundo en verdad
enfrentando un gran problema
que colapsa hasta sistema
de salud en realidad.
Virus en disparidad
de personas en el mundo
que contagion por segundos
y enferman la humanidad.
ESTRIBILLO SEGUNDO:
Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo la retendrá
con su nueva potestad.
Somos el mundo de pie
que sentimos nuestras vidas
convulsas y carcomidas
por virus que no se ve.
Pero se siente al revés
si se infecta todo el mundo
ya que es un mal tan profundo
en juventud o vejez.
ESTRIBILLO PRIMERO:
Coronavirus nos trajo
una gran fatalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir lo detendrá.
Parece un yaqui asustado
que devora los alveolos
del pulmón. Y por sí solo
nos deja más despoblados.
Virus potente y mortal
que nos deja sin defensas
y nos quedamos a expensas
de dos guantes y un bozal.
ESTRIBILLO SEGUNDO:
Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo convocará
cual su nueva hermandad.
Dificultad al respirar:
mucha fiebre con tos seca:
Y el que no la libra peca
neumonía pulmonar:
Es inmuno deficiencia
de un organismo infiltrado
por un virus que ha atacado
tecnologías y ciencia.
ESTRIBILLO REGGAETON DOS:
Covid Diecinueve el virus
si no me hallo o respiro
y no lo quiero: Lo evito
y me cuido. No un poquito
pero me aislo. Repito:
Covid virus: Serena el virus
que no lo busco y exijo
evitar y remediar…
BIS PRIMER Y SEGUNDO ESTRIBILLOS
Es el Himno Sanador
de un mundo multicolor
que tiene en la primavera
su sanación placentera.
Si ella saca lo mejor
del ser humano: Canción
de humanidad superior
que vibra de corazón…
BIS PRIMER Y SEGUNDO ESTRIBILLOS
ESTRIBILLO REGGAETON FINAL:
Coronavirus no expiro:
Coronavirus respiro:
Si no me hallo o expiro
hasta a menudo respiro:
Con incertidumbre vivo
y no lo quiero: Lo evito
y me cuido. No un poquito
pero me aislo. Repito:
Coronavirus: Serena el virus
que no lo busco y exijo
evitar y remediar:
Covid virus diecinueve
que no me pierde ni mueve
mi enfermedad de vivir:
Covid virus vas a ir-
te así como llegaste:
Todos van a convidarte
a salir sin convivir
con nosotros. Debes ir-
te así como llegaste:
Deshazte ya:
Ya deshazte:
Covid virus: Terminaste
tu faena: Vete ya:
Deshazte ya: Covid virus
y deja la humanidad:
Deshazte ya: Vete ya:
Déjanos por caridad
fe y esperanza: Te irás
de los cuerpos y las manos:
Si todos somos hermanos
y como llegas-te irás:
Covid virus que tendrás
que dejar la humanidad
de los cuerpos y las manos
pulmones y corazón:
Si todos somos hermanos
de sangre mente y razón:
Y como llegas-te irás:
Covid virus que tendrás
que dejar la humanidad:
Coronavirus despeja el virus:
Te daremos el despido
pues hoy estamos unidos
y nos miramos queridos
y nos queremos unidos
y nos salvamos unidos:
Nos hiciste despertar
en pandemia universal:
en paliza universal
que podemos valorar
cuidarnos y celebrar
con toda la humanidad:
Nos hiciste despertar
cuidarnos y celebrar
con toda la humanidad:
Con toda la humanidad:
Es el Himno Sanador
de un mundo multicolor
que tiene en la primavera
su sanación placentera.
Si ella saca lo mejor
del ser humano: Canción
de humanidad superior
que vibra de corazón:
Que vibra de corazón…

Miami, 20-21 de marzo del 2020
(Entrada de la Primavera
más grande del Universo)

Miami, 23 de marzo del 2020.

Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
This entry was posted on 23 marzo 2020 at 7:51 pm and is filed under Sin categoría. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can leave a response, or trackback from your own site.
23 marzo 2020 a 7:55 pm
Reblogueó esto en COMUNICASIBER.
Me gustaMe gusta
28 marzo 2020 a 3:06 pm
This poem speaks volumes. It is sad and very touching at the same time. We, the world, are experiencing something so unexpected, impacting us all. True, who would have thought the year 2020 would bring such a predicament. We are all in this together and we have to be strong if we are going to beat it. May our hearts become one in these trying times.
Este poema expresa mucho. Es triste y muy conmovedor al mismo tiempo. Nosotros, el mundo, estamos experimentando algo tan inesperado, que nos impacta a todos. Es cierto, quién habría pensado que el año 2020 traería tal situación. Estamos todos juntos en esto y tenemos que ser fuertes si vamos a vencerlo. Que nuestros corazones se conviertan en uno en estos tiempos difíciles.
Me gustaLe gusta a 1 persona
29 marzo 2020 a 1:21 pm
Es maravilloso lo que comentas para mi blog, amigo Jusme, porque resulta también conmovedor,que un verdadero americano pueda entender el sentir y la proyección de este largo poema concientizador y amoroso a la vez, pero en español, porque yo amo a la humanidad, como a mi gran familia, y deseo que todos podamos salir de esta fatalidad, que también nos está probando cada día y nos fortalecerá mucho más. Gracias y saludos, Josan Caballero.
Me gustaLe gusta a 1 persona
29 marzo 2020 a 3:04 pm
https://josancaballero.wordpress.com/page/1/
Sobre «La Primavera es la Corona Viral de Nuestra Humana Salvación…», que es un «Poema Alegórico con Himno Sanador, escrito por José Antonio Gutiérrez Caballero (JOSAN CABALLERO)», es lo que voy a comentar ahora mismo, para los lectores de este magnífico blog personal…
«Quién nos iba a decir que el equinoccio de primavera
se adelantaría dos días como el virus
y empezaría a florecer desde los cementerios
semejando la fuerza de un Ave Fénix-secular
con la boca cerrada y el corazón ardiendo
por la fiebre eterna de la muerte como transformación…»
Tan hermosos, como trágicos versos, es lo que leemos, en este increíble poema en verso libre, escrito y descrito por Josan Caballero: El dolor contenido, desbordándose, en cada línea de verso, por tanto sufrimiento real de aquí, y ahora mismo, en cualquier lugar del mundo, y que el poeta llega a desmenuzar y entregarnos, en su auténtica fatalidad,pero que se vuelve inmortal e imperecedero, desde que él mismo lo narra a nosotros, sus colegas y coterráneos.
Hay partes del largo y contundente poema, de carácter descriptive, sobre la emoción provocada, por el impacto y el miedo…, cual un apocalipsis, de cosas que suceden, de las que nunca hubiéramos podido imaginar, ni en el peor de nuestros sueños o pesadillas:
«El universo entero permanecía en comoción
expectante y sin advertirlo apenas
atraído por corrosión y confusión
cual un posible estado de coma global…»
(…)
«…incipiente peligro de extinción»
Qué palabras más duras, pero exactas, tomando en cuenta lo que está sucediendo ante nosotros realmente, que rozan casi lo siniestro, cuando el poeta se dirige a la humanidad. Algo que tantas veces hemos escuchado…en muchos documentales o filmes, dirigidos a algunos pueblos indígenas, a especies de animals, en peligro de extinción. Pero ahora, al dirigirse a la humanidad, de forma global; adquieren un sentido trágico, que de veras nos estremece poderosamente:
«–por extensión sin exclusión–»
«que las ciudades comienzan
a enfermar de inanición
como la bolsa y los mercados
hasta la economía casera o la mundial
cual miles de castillos
que descontienen sus naipes
y empiezan a compulsar
y/o violentar nuestra realidad
por inevitable confusión.»
Josan Caballero hace una crónica poética, de algo que permanece en todos y cada uno de nosotros: Un miedo real, contenido a veces, que nos invita a la reflexión. Que en el mejor de los casos, va a dejar nuestra sociedad herida, y en el peor….mejor ni pensar…
«..Las postales como los turistas
huyeron al pasado…»
«…los ancianos más vulnerables
que perdieron la calma
por la poca salud y la falta de inclusión»
«Hasta la ciudad que nunca dormía
tuvo que empacar y encerrrarse
ante el contagio aparente
de la propia Estatua de la Libertad
y el descalabro increíble
del ampuloso toro
de Wall Street…»
Son imagines tan concretas, vívidas y vividas con naturalidad, a veces, pero con una sorpresiva y trágica belleza, mientras otras, de macabra crudeza, sobresalen del conjunto, por su dramatismo y conmiseración, aunque siempre están llenas de una poética realidad, capaces de cercenar nuestros pensamientos, cuando desde lo más hondo intentan visionar nuestro futuro inmediato, como sociedad.
«….en medio de una mortandad mundial
por genocida y viral enfermedad
incontrolada y ocultada
tras los primeros y críticos casos
ya detectados de antemano
pero desconsiderados por el gobierno
desde una populosa pescadería
en un mercado ambulante—»
El miedo, posiblemente la ocultación del origen de este virus, los intereses políticos…, nos hayan llevado a vivir, ¿hasta cuando y por cuánto tiempo… a conocer el confinamiento? Pero, sobre todo, a tomar conciencia de la fragilidad de la especie humana:
«..extrañados por la confrontación
o los poderes ocultos
entre política y religión
aquel nefasto diciembre de dos mil diecinueve
nos taparía las bocas por tiempo indefinido
desde enero de los gemelos 2020..»
«…(y esperamos que no sea
per saecula saeculorum)
pues al descontrolarse
y expandirse la epidemia
se convirtió en agresiva
y hasta progresiva pandemia
que por suerte ha despertado nuestros bríos del alma
atravesando nuestro dolor y compasión
con el Pan-de-Miedo de cada día
y el instinto conservador……»
Existen, no obstante, en el poema, versos esperanzadores, que sin dejar de lado la realidad tangible de estos momentos, nos hacen reflexionar, sobre el lado positivo que puede hacernos reaccionar, tras el dolor karmático, de todo lo negativo, equivocado y absurdo de nuestra sociedad, como colectivo planetario irradiador.
El poema de Josan Caballero, nos transcribe también todos los aspectos positivos, que esta pandemia ha provocado, para y dentro de la sociedad:
«Quién iba a decir que el camino
era la vuelta a casa
y hasta familiarizarnos
en la era de la desfamiliarización.
Quién iba a creer el desgastado
y mal traído y llevado mito
de humanizarnos
en la era de la deshumanización….»
El «Quién iba a decir…» no puede ser más oportuno, y necesario en su significante y significación: Ante tanta contradicción, tanta sordera intelectual, tanta codicia innecesaria, tanto materialismo enfermizo, tanta falsedad de los gobiernos, por decir lo que conviene decir, para contentar al pueblo con mensajes vacíos de contenido, palabrería hueca; para hacer que las mujeres y los hombres de este planeta continuaran sumisos, irreflexivos, faltos de inquietudes. hasta hacer que la ética, la misericordia, la compasión, la solidaridad, fueran términos caducos, casi sin valor:
Otras secciones del poema nos invitan, aleccionadoramente, a reflexionar, sobre todo, a fortalecer los vínculos familiares, a desarrollar nuestro humanismo, cada vez más atrofiado, con miras de construir un futuro, donde el grupo humano priorice más allá del individualism, y el peligro que ello conlleva:
«Quién iba a decir si era antes
o después de nuestra era
en que “éramos felices
e indocumentados.»
Qué magníficos versos, tan llenos de sabia reflexión, capaces de despertar tantas cosas. Qué forma más elegante, de sugerir…,de invitarnos al análisis de nuestra sociedad, y hasta de nosotros mismos, como individuos y gentilicios desunidos: !! Sencilla y elocuentemente genial, Josan Caballero!!!
«Quién iba a exigir calentarnos
y encender nuestro hogar
en la era del calentamiento global
del hueco de ozono y la refinanciación.»
Genial estrofa, que, con cuatro versos, nos sugiere y dice tanto. Tan llena de sátira mordaz y crítica social, como de crudeza y firme definición:
«la muerte en su corona
podría pararnos para arrancar otra vez
y adelantarnos el camino
de nuestra propia y próxima resurrección.»
Como un bosque quemado y desolado, de cuyas cenizas vuelve a surgir la vida, con más brío, con más fuerza…,así, en en estos versos, el poeta nos habla de la muerte y la resurrección: Metáfora de una etapa final, pero capaz de iniciar otra nueva, capaz de convertir lo viejo, lo caduco, en algo nuevo, capaz de sanar…, y metamorfosearse, en, y a través, de una sociedad major:
«reunidos y expectantes
desde el cordón umbilical
de nuestro acercamiento y recuperación.»
En los siguientes versos, Josan remata las ideas anteriores. Para proclamar la necesidad de un cambio, desde lo más carnal e íntimo; el nacimiento, como principio de todo; y el gran rito de la vida, para dejarse moldear por nuestra madre tierra, simplificada aquí, en la primavera y la naturaleza, como agentes transformadores, de profunda y vertiginosa evolución:
«aceptar un toque de queda
como mandamiento
de continuidad o contrición
para que nuestra vida pueda
conquistar su nueva superación
sin necesidad de superaviones
supremas tecnologías»
Los versos anteriores nos vuelven hablar, de la necesidad de vivir la vida, desde el cuidado, y el saber defender y valorar la naturaleza, como lo más hermoso y lo más necesario, que tenemos, que es el habitat de donde procede. Hay que destruir «el becerro de oro», metafóricao mitológicamente hablando, como forma de tecnología, cuando se sitúa, por encima de los valores esenciales y supremos, que son la naturaleza y la primavera, con su infinita sabiduría:
«Quién iba a decir que encerrarnos
ante y frente a nosotros mismos
sería la llave que nos devolvería
la apertura a nuestras cavernas familiares
a una nueva vida terrenal
sin pensar en la vida eterna
sino en el reino familiar del encuentro
con la principal célula de la sociedad humana
con la Trinidad y la sagrada familia de Dios:
Fuera pecados capitales
con la implementación
de las virtudes teologales y la ley
más tierna de nuestro corazón
pleno de fe esperanza y caridad
para nuestra propia y natural compartición»
En estos versos estruendosos y contenidistas, Josan nos vuelve a hacer reflexionar, desde otro ángulo distinto, como en, y desde la naturaleza misma, podemos encontrar nuestro sitio, la belleza y la felicidad, que nos haga más humanos, y podamos evolucionar, hacia la fusión o creación de un hombre nuevo y superior:
«Quién iba a decir y dejó
de decir tantas cosas
inexplicadas e impuntuales
frente a las noticias reales y el televisor…»
«Quién iba a decirlo
sino demostrándolo nosotros mismos
quienes transformaremos
esta pandemia de horror
en una magnífica estación
de primavera mundial
«.demostrándolo nosotros mismos
quienes transformaremos
esta pandemia de horror
en una magnífica estación
de primavera mundial:»»
..»..pandemia de amor–»
«…….Antes y Después de Nuestra Era:
En y desde su planeta Tierra:
Nuestro verdadero y único
virus de confianza
que es el Amor…»
Las últimas partes, del extenso y genial poema, hacen referencia a una próxima y evolutiva etapa, para la humanidad, que el poeta ya nos vaticina, con evidente clarividencia y fluidez de profeta, en una transformación del modelo social, individualista, que da la espalda a la naturaleza, y al ser y el bien común. Genial y lúcido poema de Josan Caballero, con una gran distancia creativa y evolutiva, donde se conjugan la crónica de los sucesos, que están aconteciendo ahora mismo, y la certidumbre e incertidumbre de saber adónde nos llevará esta pandemia qjue nos traspasa hasta los cuerpos, las almas y nuestra propia dimensión.
El sufrimiento que ha causado, y que, probablemente, aún causará, así como una reflexión de nuestro modelo de sociedad, que ha posibilitado (e imposibilitado), que todo esto haya tenido que ocurrir y trascender.
Josan Caballero reconstruye y apuesta, por un futuro esperanzador, donde el ser humano aprenda de sus errors, y todo lo sucedido se convierta en una catarsis planetaria, que nos haga mejores, más solidarios, y capaces de vivir, y hasta sobrevivir, en armonía con nuestro planeta, y con esta sabia manera de decir, a tono con nuestra única y propia «enfermedad de vivir», que se continúa, con el increible y, musicalmente armonioso y aleccionador, «Himno Sanador del Coronavirus», del que hablaremos, en un nuevo comentario enaltecedor.
Algunas estrofas, como antes comenté, son de una belleza estremecedora; otras más descriptivas, retratando una verdad sin precedentes, y sin maquillar. «Cruda realidad», de la que nos habla Josan, y creo que nadie ha descrito o hablado de esa manera jamás,
pero, que cada uno de nosotros hemos y estamos viviendo de una u otra forma, más o menos dolorosa; ahora, desde la mente radiante y la genialidad de un poeta mayor de la humanidad, que si bien no estan conocido, ni famoso, pero que a partir de estos versos clarificadores y fundamentales, seguramente, lo será…
Versos, que invitan siempre a reflexionar, sobre esta pandemia; sobre el estupor, que ha causado la impronta del COVID19 O CORONAVIRUS, en los cinco continentes, por inesperada y fatal; al igual que en los seres humanos, a pesar de diferencias sociales, la enfermedad y los desequilibrios de todo tipo, quienes creíamos estar como sociedad, en unas torres de marfil, en las que siempre podíamos sonar, con alcanzar la cumbre de nuestra libertad y sueños fundamentales.
Pero el Coronavirus nos ha hecho tomar conciencia de nuestra fragilidad, y lo mucho que dependemos, de la naturaleza y del tipo de sociedad, que seamos capaz de constituir y conquistar. Todo ello está maravillosa y dramáticamente expresado, en los líricos e intensos versos de Josan Caballero, a veces utilizando su «ars poética’ magistral, y otras su capacidad, para describir los acontecimientos, y las consecuencias a las que nos pueden llevar, con una radiante naturalidad, pero siempre, y a la vez, con la confianza de que el ser humano sabrá superar la tragedia vivida. Porque el poeta demuestra su confianza, y esperanza de continuidad, sin rupture, en superar las pruebas, que la vida nos pone por delante, y que en el fondo es una proyección de su personalidad y tenacidad, ante las adversidades y las vicissitudes del mundo y la sociedad.
A continuación viene «Himno Sanador del Coronavirus» , escrito por José Antonio Gutiérrez Caballero». Sin duda, escrito y creado, para ser musicado y cantado, con sus correspondientes estribillos, pero de ello hablaré en otra oportunidad.
No me queda más que felicitarte, maestro Josan, por esta magna obra poética, de la que a buen seguro te debes sentir muy orgulloso, por tu gran talento y personalidad!
Me gustaLe gusta a 1 persona
31 marzo 2020 a 1:09 pm
Ahora me encamino a comentar de este increíble «Poema Alegórico», escrito por José Antonio Gutiérrez Caballero, la segunda parte del mismo, que corresponde a su poema rimado, llamado «HIMNO SALVADOR DEL CORONAVIRUS»…
El himno está estructurado, en dobles estrofas de cuatro versos, conformadas como redodillas, de arte menor, cuyas dos primeras líneas de versos octosílabos, el primer verso rima con el 4º, y el segundo con el 3º. Hay también algunas
cuartetas, cruzadas y/o estrofas (asonandas y consonantadas a la vez}, a manera de estribillos, como éste:
«Estribillo segundo»
«Coronavirus se irá
y esta gran felicidad
el mundo la aplaudirá
con la nueva humanidad.»
Aquí riman el primer verso con el tercero, y el segundo con el cuarto, y en este caso, dentro de una estrofa, donde cada verso parece de siete sílabas, pero, como en realidad la terminación es aguda, cada verso se vuelve octosílabo igualmente.
A continuación quiero hacer un comentario sobre este Himno poético de genial conceptualidad, esperanza y positividad, siempre reflexivo y literariamente grande, como la grandeza y genialidad del autor que lo ha creado: Josan Caballero.
Información sobre el advenimiento del virus, incertidumbre sobre su aparición; sorpresa, graves consecuencias; desconcierto ante algo,
del que hay tantas preguntas, sin que se puedan responder; noticias contradictorias; miedo y zozobra a nivel planetario; situación inquietante, que hace que nos de terror pensar, hasta donde puede derivar todo esto:
«Incierta pandemia
que nos viene devastando.»
«Dificultad al respirar:
mucha fiebre con tos seca:
Y el que no la libra peca
neumonía pulmonar:
Es inmuno deficiencia
de un organismo infiltrado»
Pero tras la poética y trágica exposición de los hechos, provocados por el virus, está el firme convencimiento, de que el ser humano sabrá superar esta prueba, que terminará por crear y dar paso a un mundo mejor y más solidario. Planteamiento positivo y esperanzador, confianza en el hombre: Mucha Fe, en su capacidad de despertar, para demostrar, que el ser humano posee los elementos idóneos, para esta superación (que estaban aletargados), susceptibles de movilizar su energía humana interior, con capacidad de sanar y vencer al virus:
«Los humanos sanarán
(por el camino)
«virus de plaga oriental
que es ya pandemia mundial»
El himno es fantástico y aleccionador (No olvidemos que Josan lo ha creado, especialmente, para ser interpretado musicalmente),y por eso, el creador va siempre por el camino de la esperanza, y la fe, como elementos catalizadores de una sinergia, con la humanidad en su conjunto, capaz de sanar («Himno sanador»); a pesar del sufrimiento acaecido y dolor provocado:
«Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no apagará.»
«Enfermedad de vivir», sustantivo y adjetivo claves, que están en lo más profundo del mensaje, que el poeta nos quiere transmitir elocuente y enigmáticamente. Sustantivo y adjetivo contrapuestos, pero opuestos positivamente, con doble y opotuna significación. Los humanos estamos «enfermos de vivir», pero deseamos, queremos, igualmente, sobrevivir. Maravilloso y alentador mensaje, por demás. Y he aquí lo grandioso de este primer y recurrente estribillo del «Himno Sanador»…
Josan siempre, desde la composición estructural, para la que ha sido creado este himno, nos muestra los hechos, en ocasiones, como una crónica poética de nuestra realidad:
«Coronavirus traerá
una gran mortalidad
pero nuestra enfermedad
de vivir no romperá.»
A veces, mostrándonos, elementos positivos, cual florecillas fluorescentes, y volátiles, que nacen de los excrementos, cual abono permanente y eficaz, para la humanidad:
«Volvimos a nuestras casas
para cuidar la familia
con nostros en vigilia
ante el virus que amenaza.
Y pudiera parecer
que nos condena a la huida
pero es una gran salida
cuidarse y permanecer.»
Además, nos percatamos, que hace una conexión efectiva y muy efectista, con el gran himno de los años ochenta, «We are the World» («Somos el mundo»), primera version, creada por los estadounidenses Michael Jackson y Lionel Richie:
«Somos el mundo otra vez
que entendemos lo que hoy pasa
y retornamos a casa
cuidando infancia y vejez.»
Josan poetiza, de forma continuada, su fe en la humanidad, la esperanza de superar este virus, en muchas ocasiones
mortal, y convertido ya en pandemia planetaria. Lo hace, con un gran convencimiento, como un credo, que trascendiendo al cristianismo, lo eleva a los valores universales de la energía y espiritualidad del hombre karmático terrenal.
El poeta expresa un futuro post «Coronavirus-Covid 19», lleno de esperanza y cordialidad, en un humanismo sempiterno, capaz de hacer modelar el futuro, cual una humanidad, donde la gente haya aprendido de los errores del pasado:
«y esta gran felicidad
el mundo la asumirá
como nueva libertad»
Al final del extraordinario himno, Josan expresa, a modo de júbilo, su esperanza, en el mañana, y su certeza de que «la enfermedad de vivir» podrá llegar a ser, o no ser (diatriba del Hamlet shakespereano), junto con peligro del virus, lo que acecha al ser humano, pero contiene, además las claves de su precisa superación, desarrollo global y constructividad, como hombre familiar y ser social:
Es el Himno Sanador
de un mundo multicolor
que tiene en la primavera
su sanación placentera.
Si ella saca lo mejor
del ser humano: Canción
de humanidad superior
que vibra de corazón…
Ambas estrofas finales están constituídas, la primera por dos pareados, rima aabb, y una cuarteta consonante (1ro y 3ro/ 2do y Cuarto versos), y asonantada a la vez, entre ellos mismos,que dan la certeza de armonía peculiar y próspera. La maestría de un creador, que nos circunda y atraviesa, con su genialidad poética, solidaria y filosófica.
Gracias, amigo Josan Caballero, por este gran aporte para nosotros, que somos esta nueva humanidad, atravesada por el Coronavirus, y que tú has sabido poetizar y cronicar, con tu acostumbrada genialidad y talento singular.
Me gustaLe gusta a 1 persona
10 mayo 2020 a 6:37 pm
Excelente narración, y poema; te felicito, Josan Caballero, eres un excelente escritor, sabes buscar las palabras adecuadas y específicas,, para narrar una historia y una realidad muy concreta de lo que hoy azota el mundo. Qué gran trabajo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
10 mayo 2020 a 6:52 pm
Excelente narración, de la actualidad, que azota el mundo; una realidad muy cercana y fuerte, que sólo dios sabe cuándo irá a acabar, pero tú ;a poetizas, Josan, hasta hacerme soltar las lágrimas. Eres un gran poeta, que cohabita entre nosotros. Gracias, amigo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
10 mayo 2020 a 7:06 pm
Es una narración de lo que está atravesando el mundo entero, que batalla por sobrevivir, ante esta pandemia, que azota al mundo. Es tan impredecible saber qué pasará más adelante; por ahora toca vencer este mal, que, hoy por hoy, trae muchos tiempos difíciles, para el mundo, y que tú, Josan, has sabido explicar y poetizar, tan bella y críticamente a la vez. Te agradezco y felicito, hermano poeta.
Me gustaLe gusta a 1 persona
10 mayo 2020 a 7:28 pm
Excelente poema,
que habla de una realidad, que nos acontece a todos por igual, que hoy por hoy es noticia mundial en todos lados, en el mundo entero, sus noticieros y demás sitios del planeta. La escritura es muy buena, y más cuando se lee o escucha. Te permite transportarte, y escuchar
a un excelente escritor, como tú, Josan Caballero, creador de creadores. Felicidades.
Me gustaLe gusta a 1 persona