MONOLOGO DE NARCISO


Por JOSAN CABALLERO

BELLE EPOQUE

Al poeta cubano Osvaldo Sánchez.

Yo quise atravesar los espejos prohibidos:

Rastrear mi cuerpo de agua

pero el semen era imposible imagen:

Yo quise rehusar  

yo quise rehusar:

Me entusiasmaba el eco

de mi propia belleza.

Yo me quise perder

desatarme las manos

y encontrarlas en otro corazón

más húmedo que el mío

pero el semen era imposible imagen:

Yo quise rehusar

 yo quise rehusar…

Los espejos más frívolos juré no poseerlos:

Y el agua me atraía   

y el agua me atraía:

Me entusiasmaba el eco

de mi propia belleza:

Y el agua me atraía

Y el agua me atraía…

Yo quería embestir la muerte

aunque me ahogaba:

Me lanzaba al remanso

con el cuerpo encendido

como un adolescente:

Me lanzaba el remanso

mi cuerpo reflejado:

Pero el semen era imposible imagen.

Yo no quería huir:

Me entusiasmaba el eco

de mi propia belleza:

Y el agua me atraía

y el agua me atraía…

Yo quise malgastar aquella flor prohibida:

Atravesar el agua con mi cuerpo rastreado:

Atravesar el agua 

atravesar el agua…

Yo no quería amarme:

Copular con mí mismo

porque el semen era

imposible imagen:

Yo quise rehusar:

yo quise rehusar…

Pero el remanso me lanzaba

otro cuerpo reflejado:

Ya no quería huir:

ya no quería huir:

Mientras que el semen fuera

más que atractiva imagen…

Yo quise enamorarme de los espejos frívolos

hasta que el semen fuera

más que posible imagen.

José Antonio Gutiérrez Caballero

La Habana, Cuba, 1983.

Del libro MANIA DE ANGEL (1987)

Premio de Poesía “13 de Marzo” 1986

del Departamento de Actividades Culturales,

Universidad de La Habana

Miami, Estados Unidos, 2018

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3 respuestas hasta “MONOLOGO DE NARCISO”

  1. vicla23 Says:

    Maravilloso poema. Excelsa la imagen que Josan proyecta sobre la figura de Narciso. Es un poema perfecto, la atracción de Narciso, del héroe trágico, hacia su propia belleza, el poeta lo describe de una forma que estremece….atracción hacia sí mismo, que contraviene la dualidad de todo lo creado; del universo…

    «Yo no quería amarme:
    Copular con mí mismo
    porque el semen era
    imposible imagen:
    Yo quise rehusar:
    yo quise rehusar…»

    Genial el enfoque poético, que haces de la figura de Narciso, que sólo alguien de tu talentosa capacidad creativa, sería capaz de recrear, en un poema. No me queda más, que darte las gracias, por permitirnos acceder a tanta belleza lírica, como la contenida, en tus poemas. Gracias, Josan!!!
    El «Monólogo de Narciso», para mí, trasciende el mito, su belleza y formalismo poético trascienden la propia realidad, el posible karma de los que se encuentran en esa encrucijada afectiva, emotiva, particular, familiar y moral, para situarse, directamente, en lo trascendente, y en lo más profundo del misterio de la creación. Se presenta como una dualidad, inherente en cualquier acto de la creación, dentro del universo: El Ser o no Ser shakespeareano, con el Estar o no Estar descartiano: «Cogito, ergo sum»..,.»Pienso (por añadidura, Siento), luego Existo». Y es la existencia de muchos seres, nacidos Narcisos, no porque sí; que son, y están existiendo, con y a pesar de la sociedad, poir lo que Josan presenta y encara esa realidad, desde un monólogo personal, interior, auténtico y trascendente, además de procaz y morboso en sí mismo, en un acto de la creación del universo y su intento de desobedecer, como el mayor de los tabúes. Sólo Dios puede crear, por sí mismo (El misterior del Bigban…) Qué «cabezón» has de tener. para ser capaz de haber creado algunos poemas tan geniales…Perdona el atrevimiento de llamarte «cabezón», pero, es que, en tu cavidad encefálica, hay mucho talento creador, mi amigo, increíbles neuronas reunidas, para crear algo tan vasto y sublime…

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  2. Volviendo sobre mi anterior comentario sobre «MONOLOGO DE NARCISO», de Josan Caballero, he creído oportuno publicar un segundo comentario, que vendría a complementar lo dicho,en el primero, pues este es un poema de gran riqueza, no sólo estilística, sino también conceptual y parabólica, como dice el mismo autor, que da lugar a poder reflexionar, analizar y del que se pueden extraer numerosas ideas.

    Ya desde el primer verso, el poeta nos da a conocer su interpretación, lo que, poéticamente, le inspira el mito de Narciso:

    «Yo quise atravesar los espejos prohibidos
    Rastrear mi cuerpo de agua
    pero el semen era imposible imagen»

    Los espejos prohibidos, o sea, amarse a uno mismo, desearse, y más que desearse, codiciarse, que es poseerse exclusivamente para el placer,

    En definitiva, el poeta nos está hablando, acaso o tal vez, del onanismo, o lo que es lo mismo, de la masturbación, tema absolutamente tabú en la antigüedad:

    «Yo quise rehusar
    yo quise rehusar:
    Me entusiasmaba el eco
    de mi propia belleza»

    Así mismo, y a sí mismo, hay un rechazo decidido a no romper con el tabú, a no tergiversar la norma, a no sufrir el castigo social, por atreverse a tanto. Sólo al creador le está permitido crear. Pero el poeta, el artista, busca la creación absoluta, la creación perfecta, en su inconsciente claro, que luego proyecta a su imaginación…De ahí pueden nacer los mitos y las parábolas de los mitos, como en este caso:

    «Yo me quise perder
    desatarme las manos
    y encontrarlas en otro corazón
    más húmedo que el mío
    pero el semen era imposible imagen:
    Yo quise rehusar
    yo quise rehusar»

    Qué maravillosos versos es capaz de crear el poeta Josan Caballero, para explicar la atracción hacia sí mismo, reflejado, en el agua: Absoluta humedad trascendida y metamorfoseada. Pero no hay forma, no existe manera de copular, y crear uno mismo, desde su propio universo. Eso es algo sólo reservado a Dios..Y acaso, el artista, en su deseo de lo absoluto, de crear en él, y para él, pueda llegar a sentirse atraído, por esa magnífica tentación, que es la verdadera e inesperada cópula consigo mismo, o con Dios mismo?

    Todo el verso rezuma belleza, magia, y un atrevimiento poético inusitado, en la forma de tratar e interpretar el mito. Lo que nunca hará este magnífico poeta Josan Caballero, es perderse en interpretaciones banales, para enfrentarse a la sexualidad onanística del sexo, en su forma poética, experimental, y sobre todo, original y trascendentalistamente sublime y genial:

    «Yo quise enamorarme de los espejos frívolos»
    «hasta que el semen fuera
    más que posible imagen»

    La atracción, por lo prohibido, por la sexualidad onanística, es más fuerte y poderosa, que el propio tabú, que conlleva su deseo, y que finalmente le hará sucumbir.

    Es un poema, hermoso el que ha entregado, y en el que se entrega, en cuerpo y alma, Josan Caballero, lleno de sugerencias e interpretaciones, donde el autor proyecta su genialidad, para crear, ahora sí, crear por sí mismo, uno de los poemas más bellos, perfectos y originales, que se hayan parido nunca sobre el mito (Parábola genialísima) de «Narciso»…

    Gracias, una vez más, por tu genialidad sin límites, Josan Caballero.

    Le gusta a 1 persona

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