¡QUÉ COSA MÁS GRANDE: ESTE AÑO SÍ NO TIENE NOMBRE!


EL POSTE CON SU PLAGA DE AÑOS

Se bifurcan las Letras de este Año,

ante el Poste y sus designios, como antaño:

Nunca un Hombre nos hizo tanto daño,

 

al entregar nuestra Isla a la cruzada,

cuando somos borregos en manada

de algún campo, o tal vez encrucijada

 

de concentración generalizada,

donde él ha diezmado por oleadas,

cuatro generaciones asustadas

de cubanos, en torno a su coartada

 

de “poste salvación”, con artimañas

sociales, culturales, cual patrañas:

Repetidos reveses por hazañas,

que duermen al país, mientras lo dañan.

Qué increíble el Nombre que acompaña

a este Año del pueblo, cuya huraña

alegría se burla, hasta con saña

de su propio destino, que se empaña

 

en sobrevida hostil, cual estocada

infalible a su “Iré”. Con escapadas,

conseguiremos salvarnos, pero nada

cambia el miedo que corroe la Calzada,

 

ni el lado oscuro de gente atrapada

tras los Cables del Año: sangre hurtada

a la historia ulterior de su camada,

 

en ciudades hambreadas por escaños

que no crecen, a pesar de los engaños

de esta sombra, con su plaga de «tiraños».

 En el Año del Poste, cuánto daño

habrá que superar, siendo ya cables

comidos, junto al tiempo denostable

de todos los que fuimos travesaños

 

del Poste tragaluz: torpes escaños,

ante su asta, que se cae insuperable,

corroída por el ansia miserable

de su casta de ideólogos extraños.

 

Es el Poste del Año, y no te asombre

que la Letra no mar-che con el Nombre,

porque tal pesadilla no concuerda

 

con la fecha del pesar que ella recuerda:

Si un “Osogbo” no te salva de su cuerda,

menos vale una Letra de ese Hombre:

 

O la treta que puso de pronombre

se hizo larga y terrible, pues su saga

ya no sirve de Faro, si él la paga.

José Antonio Gutiérrez Caballero

12 de enero del 2009.

 

EL AÑO DEL POSTE
Aini Martín Valero, ALAS

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) – Los cubanos, por naturaleza, siempre han sido dicharacheros. En los buenos o malos tiempos anteponer el humor a las situaciones políticas, sociales o económicas, es parte de su idiosincrasia.

Aunque estos dicharachos a veces sean – para algunos- chocantes, impropios, vulgares o indecentes, hay que reconocer que el cubano ríe para no llorar. Muchos en las calles de La Habana no reconocen el año 2010 como el 51 del triunfo de la revolución, pues ya los habaneros le habían puesto nombre: “el año del poste”.

Dicen los cubanos que el año pasado nos comimos el cable y que este año nos comeremos el poste, por eso es que se bautizó a 2010 de esa manera. La palabra poste significa madero, piedra o columna que se coloca verticalmente como soporte de algo.

El poste, en Cuba y en muchos lugares, soporta los cables eléctricos que recorren los campos y ciudades. Cuando nos referimos a comernos el poste, significa que el hambre, la incertidumbre, las necesidades, vicisitudes y los males del mundo, los cubanos los hemos comido día a día, año tras año sin protestar ni chistar.

Los rumores populares corren de boca en boca: que si los frijoles van a venir cada tres meses, que si quitaron una libra de azúcar, que ya a los pequeños de 0 a 1 año no les van a dar leche evaporada; en fin, que si la cosa sigue así nos comeremos el poste y el alumbrado público.

2010 será el año del poste, y de los cambios, según se dice. Si el gobierno va a poner la situación más difícil, se espera que los ciudadanos no se queden con los brazos cruzados.

Muchas fueron las protestas durante 2009, hechos recogidos y filmados por personas que desean divulgar lo que en realidad sucede en Cuba. 2010 comenzó con manifestaciones populares, como la ocurrida en Holguín, al oriente de la isla.

Los holguineros, cansados de la escasez, salieron a la calle a protestar. Hubo golpizas, detenciones, pero la policía no tuvo más remedio que liberar a varios de los inculpados.

Para acallar a la gente, el Poder Popular de la provincia, horas después, puso a la venta cervezas, caldosas, dulces y otras golosinas. Por los altoparlantes salía la música de los Van Van y la Charanga Habanera, que amenizaba la improvisada fiesta. ¡Ilusos que son! Piensan que con eso calmarán el hambre y las necesidades de los holguineros.

Ojalá que el año del poste no se convierta en realidad, que los cubanos comprendan cuál es el camino a seguir, y que el miedo, implantado por más de 50 años, sea superado y cambien el nombre de este 2010 por otro que podría ser, el año de la Libertad.

En los Comentarios del Blog Generación Y.

13 de enero del 2009

7 respuestas to “¡QUÉ COSA MÁS GRANDE: ESTE AÑO SÍ NO TIENE NOMBRE!”

  1. Lucy Lozano Says:

    Gran parábola del poste, en el año de su caída. Interesante lo que escribes y propones, Josán.

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  2. Ursula Guilarte Says:

    Es penoso darse cuenta de que el cubano mismo prostituye su calamitosa vida en un humor de pesadilla. Ni La Broma, de Milán Kundera, supera la reacción desmedida, convirtiéndola en acción humorística, pero nunca en revuelta social en cadena. Es como para estudiar esta sintomatología colectiva, que nos resta como sociedad, pues nos perdemos en chismorreos y novelerías lo que debíamos encarar como seres sociales en conflicto. Excelente la contrapartida de tu poema, Josán, porque retoma el asunto del que hablo y lo pone en la comidilla de todos, como un vómito que hay que tomarse de nuevo, para que sea arrojado de verdad, como lo que hacen las vacas con su digestión estomacal, de panza, bonete, libro y cuajar… Es el pulso de una sociedad tremendamente difuncional, en que la doble moral y el miedo han corroido casi todo. Una situación conmovedora, que seamos cubanos, y a la vez tengamos que ver y corroborar cómo se pierde nuestro aliento en nada novedoso y medular.

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  3. Ubaldo Gainza Says:

    Ojalá fuera el año del pote, Josán, a ver si les cae algo de jama o libertad, porque ya ni postes eléctricos hay en Cuba, pues persisten los alumbrones, debido a que los apagones son los más, y cuando uno se empata con la realidad, siempre supera la fantasía.

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  4. Fidelia Campoamor Says:

    Este año del poste vamos a tener que enfrentar más cosas, que en los otros, ya lo veremos, Josán. Las letras del alo vaticinan diversos cambiso, a los que debemos atenernos.

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  5. Rosa Galia López Says:

    Me agradan sobremanera los epítetos que agregas a este año, Josán. Eres un gran bloguero, siempre te lo he dicho, y creo que seguiré haciéndolo, porque eres sensacional.

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  6. Ubaldo Gainza Says:

    El año del poste caído debía llamársele de verdad, porque ni los postes se mantienen realmente en pie allá en Cuba, y no es precisamente para reirse, Josán.

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  7. Kimera Gómez Says:

    Un año muy controversial el que nos tocará a todos los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla.

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