Josancaballero's News

Mis innumerables correos electrónicos, en ocasiones, se vuelven como las salas de redacción, en cualquier conocido periódico, y al igual que los comentarios de amigos y colegas, me llegan noticias y artículos bien documentados e interesantes, ya sean de actualidad, como de sucesos que no han perdido vigencia, como los que en el día de hoy ocupan la primera plana de este blog, por eso, prefiero no publicar nada personal, sino algo que a mi modo de ver puede cambiar el rumbo de lo que pensamos todos, o simplemente acercarnos a varias aristas de una misma realidad. De ahí que los deje en compañía de una noticia espeluznante, enviada por mi colega José M. Burgos, que reitera la manera cruel y engañosa como suelen conducirse algunos ¿profesionales?, en el peor sentido de la palabra, que dañan no sólo su imagen como individuos, sino la de instituciones gubernamentales, en países que se precian de ser super democráticos y respetuosos de los derechos humanos universales, cuando en verdad dejan mucho que decir y poco que desear, de ciertas instituciones, consideradas baluartes de la sociedad. Juzguen por ustedes mismos y luego me comentarán, pues aún Wikileaks sigue haciendo de las suyas con los cables y la información aparentemente filtrada.

Estados Unidos tortura a sus propios soldados

En 2007, el soldado Chuck Luther, estando en combate en Irak, fue herido por fuego de mortero en la cabeza. Como resultado, su visión y su sentido del oído fueron severamente lesionados. Había servido por doce años y recibido 22 menciones de honor por su desempeño. Cuando llegó a donde los doctores del ejército para que lo atendieran, le esperaba una pequeña sorpresa: los doctores empezaron a presionarlo para que firmara un documento en el que afirmaba que su ceguera era producto de una condición preexistente, «un desorden de la personalidad». Si firmaba los papeles, nunca podría recibir beneficios por discapacidad, a los que tenía derecho, o cuidado médico a largo plazo. Cuando se rehusó a hacerlo, lo encerraron en un closet de almacenamiento, donde lo mantuvieron por un mes, forzado a no dormir. Finalmente, bajo presión, ya que no aguantaba más, firmó los documentos. La revista «The Nation» publicó su historia, y el Congreso anunció una investigación.

En septiembre de 2010 fue llamado a una audiencia ante el Congreso para que diera los detalles del tratamiento al que había sido sometido. Esto fue lo que dijo:

«Fui asaltado, me bajaron los pantalones y me pusieron una inyección que me durmió. Cuando me desperté, estaba amarrado a un catre, y con cortadas en mis muñecas por las ataduras y con un ojo negro. Estaba bajo guardia, 24 horas al día, siete días a la semana, me llamaban un pedazo de mierda, un mentiroso y otras cosas derogatorias. No apagaban las luces y tocaban música fuertísima, desde rap hasta heavy metal toda la noche. Éstas son algunas de las tácticas que usamos en los insurgentes para doblegarlos para que nos den información o confesiones. Sufrí esto por 4 semanas y un comandante me dijo que si no firmaba, me mantendrían allí por seis meses más. Me dijeron que si firmaba que tenía un «desorden de la personalidad» podría irme a casa y allí recibiría todos los beneficios. Después de noches sin fin de no poder dormir, hostigamiento y abuso, finalmente firmé, sólo para pode salir de allí. Me habían doblegado».

El representante Bob Filmer, del comité de asuntos de veteranos dice durante la audiencia:

«Sargento Luther, lo que usted describe en ese mes más o menos, cuando le pidieron que firmara esos papeles, sólo puede ser descrito como tortura. ¿Tomó alguna acción legal contra el ejército por torturarlo?»

«No señor, en ese momento mi abogado me dijo que simplemente firmara o estaría allí seis meses más».

Y continúa el representante: «Pero el informe del sargento Luther de lo que yo llamo tortura, ¿podría pasar eso en el ejército? ¿fue alguna vez investigado?»

A esto responde la Mayor General, Gina S. Farrisse: «Que yo sepa, no fue investigado, apareció primero en los medios de comunicación, el caso se refirió a Fort Hood y debo hacer un seguimiento con ellos para ver si hay alguna investigación».

El congresista, a este punto esta ostensiblemente molesto, no puede ocultar su enfado y dice: «Si yo fuera usted, habría saltado de inmediato, no podemos dejar que eso pase en el ejército. Si es verdad, alguien debe ser castigado y si no es verdad, eso lo tenemos que saber también. Alguien está haciendo estas acusaciones en unas sesión pública donde han jurado decir la verdad, ha aparecido en la prensa, ¿no estaría usted preocupada si el ejército fuera acusado de torturar a sus propios soldados?»

Aunque resulte increíble, desde 2001, más de 25.600 soldados han sido obligados a firmar papeles similares, que establecen que cualquier lesión recibida en combate fue debida a sus «desórdenes de personalidad», lo cual le ha ahorrado al ejército 14.2 billones de dólares en beneficios médicos y de discapacidad. La situación llegó hasta el absurdo tal que heridas de guerra, como esquirlas clavadas en las piernas que incapacitaban a los soldados fueron catalogadas como causadas por «desórdenes de la personalidad». A una mujer de los marines le fracturaron la pelvis en combate, y, ¡gran sorpresa!, sus «desórdenes de personalidad» resultaron ser los causantes de la fractura, no el fuego enemigo.

Por su parte, el Pentágono, en su defensa ha dicho que no ha habido ningún fraude  cuando los soldados han sido dados de alta por «desórdenes de la personalidad», que los soldados que son examinados y que gozan de perfecta salud, todavía pueden ser «enfermos mentales». Y finalmente, a todos los soldados dados de alta del ejército por «desórdenes de la personalidad» se les ha dicho que ésta es una condición preexistente y que por lo tanto no tienen derecho a beneficios de salud o de cuidado médico a largo plazo.

Sin embargo, durante la misma audiencia, otra gran mentira salió a flote. El Pentágono afirmó que estaba contactando a los soldados que había sido excluidos del ejército para decirles que podían «apelar sus casos». Cuando al representante del ejército se le preguntó que cuántos soldados habían sido contactados, su respuesta fue: cero, ninguno, nadie hasta el momento.

La gran maquinaria de guerra de los EE. UU. que ha torturado, asesinado, bombardeado, aniquilado, destruido, invadido, incinerado y discapacitado a cientos de miles sino millones de personas por todo el planeta, resultó no tener compasión ni con sus propios soldados, sometiéndolos a las mismas torturas a las que someten a los habitantes de los países invadidos para que confiesen lo que no han hecho. La cruda realidad es que éste no es un ejército para la defensa de una nación, sino un ejército de asesinos y torturadores al servicio de las compañías multinacionales. Un gigantesco escuadrón global de la muerte que no se detiene ante nada.

http://www.eltiempo.com/blogs/the_american_way_of_life/2010/11/los-estados-unidos-tortura-a-s.php

http://www.thenation.com/video/156476/congress-investigates-military-denying-medical-care-soldiers

Parecen historias salidas de un filme de ficción hollywoodense, que bien podría llamarse, irónicamente, «Desórdenes de personalidad», pero ahí no se queda la cosa. Veamos muchos más casos, revelados por Wikileads, que han puesto a Estados Unidos, en tela de juicios de lesa humanidad, según manifiesta el Diario El Tiempo.com.

¿Los militares en Irak y Afganistán cumplen órdenes u obedecen a sus propios instintos? Un dilema que convendría dilucidar cuanto antes.

‘EE. UU. cubrió torturas y mató a civiles’ en Irak: WikiLeaks

Documentos revelan que el conflicto causó 285.000 víctimas, entre ellas al menos 109.000 muertos.

El ejército estadounidense mató a «centenares de civiles» en retenes de Irak y «cubrió» las torturas realizadas por fuerzas estatales iraquíes, según documentos militares confidenciales del sitio Internet WikiLeaks revelados este viernes por medios de todo el mundo, como ‘The New York Times’, ‘Der Spiegel’, ‘Le Monde’ y ‘Al Yazira’.

Los documentos militares secretos en posesión de WikiLeaks cubren -según se indicó- el período que va del primero de enero del 2004 al 31 de diciembre del 2009.

«A pesar de que uno de los objetivos de la guerra contra Irak era cerrar los centros de tortura de Sadam Husein, los documentos de WikiLeaks muestran numerosos casos de tortura y de abuso de prisioneros iraquíes por policías y soldados iraquíes», afirmaba este viernes la cadena de televisión Al Yazira.

«Las autoridades de EE. UU. fallaron en investigar cientos de reportes de abusos, torturas, violaciones e incluso homicidios por parte de soldados y policías iraquíes, cuya conducta parece ser sistemática y por lo general, no castigada», reporta ‘The Guardian’.

El diario británico también destaca el caso de un helicóptero militar de EE. UU. que mató a un grupo de insurgentes iraquíes después de que intentaron rendirse.

Estados Unidos permitió torturas sistemáticas en Irak, según Wikileaks‏

DOCUMENTOS SOBRE LA GUERRA DE IRAK

La filtración de 391.000 documentos ofrece por primera vez una cifra oficial de víctimas: 109.000 iraquíes. Más de la mitad, 66.081, eran civiles inocentes.

Autor: Efe

La filtración a través de WikiLeaks de 391.000 documentos sobre la guerra de Irak revela numerosas denuncias de torturas y abusos que nunca se investigaron, muertes de civiles de las que no se informó y la ayuda iraní a milicias iraquíes.

La organización que en julio pasado publicó 92.000 informes secretos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sobre Afganistán ha divulgado en la página warlogs.wikileaks.org los informes de campo, o SIGACT, redactados por los soldados estadounidenses entre el 2004 y el 2009.

Entre otras cosas, los informes ponen de manifiesto que las fuerzas estadounidenses dejaron sin investigar centenares de denuncias de abusos y torturas, e incluso de posibles asesinatos, por parte de las fuerzas iraquíes.

Además, dan a conocer las muertes de más de 15.000 civiles en incidentes desconocidos hasta ahora.

La filtración recibió la condena inmediata del Gobierno de Estados Unidos

El portavoz del Pentágono, Geoff Morrell, aseguró que en los documentos «no hay nada que pueda indicar la existencia de crímenes de guerra» pero sí aparecen «300 nombres de iraquíes en posible peligro» y consideró que «el país es más vulnerable ahora».

Previamente, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, había condenado «en los términos más claros posibles» cualquier filtración de documentos que «pongan en peligro vidas estadounidenses o de sus aliados».

En centenares de informes se aluden a latigazos, quemaduras y palizas, y en un caso en particular los soldados estadounidenses apuntan sus sospechas de que los soldados iraquíes cortaron los dedos y quemaron con ácido a uno de los presos.

Otros dos casos revelan la ejecución de dos prisioneros maniatados. En otro informe se lee cómo el cuerpo de un prisionero, muerto supuestamente por un «fallo renal», presenta una incisión quirúrgica en el abdomen.

En algunos de los casos, los militares estadounidenses abrieron una investigación pero en la mayoría parecen haberse limitado a informar a sus superiores y dejar las pesquisas en manos de las fuerzas iraquíes.

La frase «ningún soldado de la coalición estuvo implicado en el incidente» es frecuente en los informes.

En otros casos, se salda con el comentario «no es necesaria una investigación».

El diario The New York Times, una del puñado de publicaciones internacionales, que tuvo acceso previo a los documentos, recoge las declaraciones de un portavoz del Pentágono que indican que la política estadounidense «está, y siempre ha estado, en línea con las prácticas y el Derecho internacionales», que obligan a informar de posibles abusos.

Si fueron perpetrados por iraquíes, corresponde a las fuerzas iraquíes investigarlo, según el portavoz.

La filtración a través de Wikileaks revela también que desde la invasión estadounidense de Irak, en el 2003, han fallecido más de 100.000 iraquíes, de los que unos 70.000 fueron civiles.

Hasta ahora, ni el Gobierno de Estados Unidos, ni las fuerzas aliadas han facilitado un número oficial de las víctimas iraquíes que ha ocasionado el conflicto, con el argumento de que no se llevaba una contabilidad al respecto.

Sin embargo, los documentos del Pentágono a los que ha tenido acceso la organización dan cuenta, por ejemplo, de la muerte de 109.032 personas entre el año 2004 y 2009, de los que más de la mitad, 66.081, eran civiles inocentes.

Esas cifras incluyen 15.000 muertos desconocidos hasta ahora, según la organización Iraqi Body Count.

El mes más mortífero fue diciembre del 2006, cuando fallecieron un total de 2.566 iraquíes.

La mayor parte de las muertes, cerca de 30.000, se produjeron a consecuencia de las minas colocadas por los insurgentes a lo largo del territorio del país.

Pero los documentos también revelan situaciones lamentables en que las tropas estadounidenses, por error, accidente o precipitación, mataron a civiles inocentes.

Los papeles narran al menos cuatro casos de tiroteos mortales cometidos desde helicópteros. En uno de los casos se disparó contra civiles aunque las víctimas estaban dando claros signos de rendición. «Aún así son objetivos válidos», reza en los documentos.

La filtración revela también la preocupación de Estados Unidos por el papel de Irán en la guerra iraquí.

Los documentos denuncian que Teherán entrenó a militantes iraquíes, incitó asesinatos contra funcionarios iraquíes y secuestros de soldados estadounidenses e introdujo armas y explosivos en el país vecino.

lavozdegalicia.es

http://www.lavozdegalicia.es/albumes/galeria.jsp?album=20061019112538

Hechos como los que se narran aquí han sido objeto de condena y transformación, con anterioridad, como es el caso del artista plástico colombiano, Fernando Botero, quien recreó e inmortalizó las inhumanas torturas, realizadas porlos soldados norteamericanos, desde la cárcel de Abu Ghraib.

Fernando Botero: El Arte de la Tortura

“La injusticia me hace hervir la sangre”
Fernando Botero

Hace semanas había visto por televisión algunas de las pinturas que el afamado pintor colombiano Fernando Botero había realizado en forma de protesta sobre las despiadadas torturas en la cárcel de Abu Ghraib.

Tuve la oportunidad de ver una entrevista que realizó Andrés Oppenheimer en donde el periodista preguntaba el porque de tales pinturas, Botero comentó que jamás iba a dejar pasar la oportunidad de mostrar su ira ante el horror humano, aún más tratándose de torturas de un país que se enarbola en los valores de la «libertad», la «justicia» y los «derechos humanos».

La crudeza de las pinturas no es comparable con las fotografías que se «filtraron» a la prensa británica y americana, en ellas se pueden ver los más bajos horrores que un ser humano con el poder de la violencia despiadada puede hacer.

Me voy a permitir hacer un poco de historia. La cárcel Abu Ghraib fue creada durante la dictadura de Saddam Hussein en el año 1980 en donde recluían a presos políticos. Cuando los norteamericanos invadieron a Irak, se apropiaron de la cárcel (más bien de todo el país incluidos sus valiosos enegéticos) y le cambiaron el nombre por «Camp Redention».

En «Camp Redention» fueron encarcelados indiscriminadamente 7000 presos cuyos delitos iban desde terrorismo, robo, insurgencia, rebeldía y otros como suele suceder, por haber estado en el lugar y hora no adecuada.

Lo que sucedía en la cárcel de Abu Ghraib, era un secreto a voces, pero todo se ocultaba bajo la desagradable indiferencia y la repudiable forma en la que algunos seres despiadados gozan con el dolor de otros… ¿Qué son criminales?, quizá, pero no todos lo eran y por ningún motivo es permisible que se utilice la tortura como un medio para obtener información, mucho menos para DIVERTIRSE CON EL ESPECTÁCULO de la tragedia humana, ya que según algunos documentos mencionan que las torturas fueron realizadas en el turno nocturno en donde generalmente no se hacen los interrogatorios.

Cuando las imágenes de las torturas salieron a la luz pública, una avalancha de críticas se virtieron sobre el gobierno de Bush, pero como es costumbre, se creó una «comisión investigadora» de los hechos, en los que hasta el día de hoy uno de sus principales responsables Donald Rumsfeld, no recibió ninguna reprimenda, mucho menos fue separado de su cargo, aún más cuando en viva voz del ex general de la brigada estadounidense Janis Karpinsk, dijo haber visto una carta firmada por Rumsfeld en la que aceptaba el uso de algunos medios de tortura como por ejemplo, técnicas de perturbación del sueño, dejarlos de pie durante horas o someterlos a largos períodos de ruido, que daban como resultado un mejor manejo de los «interrogatorios», puesto que ya «no eran necesarios los golpes físicos» puesto que los presos estaban exhaustos aunque en sus cuerpos no había huellas de golpes (¿entonces no es tortura si no hay evidencias de golpes?)

Pero las vejaciones iban cada vez más allá, hay una larga evidencia de torturas que se hicieron (¿o se hacen?) en los «Campos de Redención» como Abu Ghraib o Guantánamo. Me permito enumerar ésta lista siniestra de torturas que NADA TIENEN QUE VER CON LA LIBERTAD O CON LOS TRATADOS DE GINEBRA:

• Orinar sobre los prisioneros
• Verter ácido fosfórico sobre los prisioneros.
• Sodomizar prisioneros con bastones.
• Puñetear, cachetear y patear a los detenidos; saltar sobre sus pies desnudos

• Videograbar y fotografiar prisioneros desnudos, tanto hombres como mujeres.
• Forzar a los prisioneros a desempeñar posiciones de acto sexual y fotografiarlos
• Desnudar detenidos a la fuerza y mantenerlos desnudos por varios días.
• Forzar hombres desnudos a usar ropa interior femenina
• Forzar a los detenidos a masturbarse para fotografiarlos y video grabarlos.
• Amontonar a los prisioneros desnudos y saltar sobre ellos.
• Parar prisioneros sobre cajones, con una bozal sobre su cabeza y amarrar cables eléctricos a los dedos de los pies y manos y al pene para amenazar tortura eléctrica.

• Colocar un collar y correa de perro a un detenido desnudo y hacerlo llevar de una mujer soldado.
• Toma de fotografías de prisioneros muertos en posición de celebración.
• Romper luces químicas sobre los detenidos y regar líquido fosfórico sobre los prisioneros.
• Regar agua fría sobre los detenidos desnudos.
• Golpear detenidos con escobas y sillas.
• Amenazar a los detenidos con violación sexual.
• Permitir a guardias militares coser las heridas de un detenido, herido después de ser arrojado contra la pared de su celda.
• Sodomizar detenidos con luces químicas y palos de escobas.
• Usar perros militares sin bozales para intimidar a los prisioneros, en una ocasión el prisionero fue mordido y gravemente herido por el perro.
• Orinar, romper, quemar, escupir, etc, hojas del corán en frente de los prisioneros con el único fin de mofarse de su religión.

¿Qué diablos es ésto?, quién me puede explicar con UNA SOLA JUSTIFCACIÓN RAZONABLE, para hacer alguno de los horrores antes descritos, no la hay, claro que no, mucho menos cuando se invade un país con el único fin de «Democratizar» una sociedad harta de las injusticias de sus antiguos gobernantes, pero ahora sometidos bajo el miedo de unos intrusos que además de apropiarse de sus recursos naturales, se dan el lujo de torturar a sus hombres y mujeres, que en algunos casos solo defienden lo que les pertenece.

Botero muestra con sus caraterísticos cuerpos robustos u obesos, la forma en la que su arte expresa el más repudiable sentir de toda una población que no es indiferente ante los más bajos instintos de los hombres. No es necesario mostrar aquí las imágenes reales de las torturas en Abu Ghraib, porque ya son de todos conocidas, es mejor alzar la voz ante la desgracia y ante la prepotencia y el uso desmedido del poder cada quién desde su trinchera, Botero lo hizo mediante su arte.

Tal y como Fernando Botero, no seamos impasibles porque el callar o pasar indiferentes nos hace cómplices…

Fuentes:

279 Fotografías de Abu Ghraib:

http://www.antiwar.com/news/?articleid=2444

http://es.wikipedia.org/wiki/Tortura_y_abuso_de_prisioneros_en_Abu_Ghraib

Pinturas de Botero sobre las torturas en Abu Ghraib:

http://www.amnistiacatalunya.org/edu/3/botero/index.html

http://sinclaudicar.blogspot.com/2006/12/fernando-botero-el-arte-de-la-tortura.html

Como ha podido apreciarse, con ningún lujo de imágenes, esta situación es deprimente y debe ser censurada y condenada cada vez más, de modo que no haya un lugar del mundo, en donde persistan condiciones infrahumanas o torturas de ninguna índole, como lo viene analizando actualmente la nueva presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, quien se está encargando personalmente de que estos aspectos sean subsanados, dentro de las cárceles brasileras, incluso, hasta latinoamericanas. Esta es aún una noticia en desarrollo, así que veremos cómo será el curso de los acontecimientos durante este año 2011.

De nuestra parte, nos oponemos a todo tipo de violencia y tortura, de manera que abogamos por un espacio democrático y libertario, en donde se respeten los derechos humanos universales, pero, sobre todo, a que los países cesen de criticarse entre sí, pues lo que verdaderamente debe existir en transparencia y credibilidad colectiva, para que todos abandonen esa «mitomanía pandémica», de la cual ha escrito nuestra colega periodista, la filóloga Amelia Doval, que ha enfermado a gran parte del mundo y los gobiernos de turno.

¡No más guerra, violencia, ni torturas en el mundo!

¡Libertad para todos los presos políticos del mundo!

 ¡Libertad, Paz, Derechos humanos y Democracia Mundial!

José Antonio Gutiérrez Caballero

Miami, 06 de enero del 2011.

This entry was posted on 7 febrero 2011 at 2:45 pm and is filed under Al pie de la LETRA with tags Cárcel de Abughraib, EEUU, Fernando Botero, Julio Assange, militares en Irak, Presos Políticos, torturas de soldados norteamericanos, WikiLeaks. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.